Un grupo de vecinos de la urbanización Padre Anchieta reclamaron ayer al Ayuntamiento de La Laguna celeridad para que comiencen las obras de rehabilitación de los edificios incluidos en la segunda fase de las actuaciones que tienen previsto ejecutar la corporación local a través de Muvisa. En este sentido, destacan que las condiciones en las que viven no son las idóneas, como lo demuestran no ya solo los problemas de humedades importantes que existen en el interior de las viviendas, sino en todo el entorno de zonas comunes que hay entre los bloques 123 y 130.

En este caso, se refieren a que los perfiles, cornisas y soportes se están cayendo lo que puede provocar algún vecino se pueda ver afectado, sobre todo, en el ámbito del pasillo interior utilizado para acceder al Centro de Salud de San Benito. De hecho, casi todo el interior de las zonas comunes está vallado, aunque no es suficiente como para minimizar los riesgos a las personas.

"Reconocemos el esfuerzo que está haciendo el ayuntamiento, Bienestar Social, el propio alcalde... Pero vivir aquí se ha convertido en un riesgo", dice una de las vecinas convocantes. Destacan que "han existido reuniones, se nos ha escuchado, es verdad, se ha ayudado a las familias que menos tienen, pero creemos que deben acelerar los pasos para que las obras de rehabilitación de los bloques de edificios comiencen cuanto antes", dicen.

Lo cierto es que el vallado deja claro el riesgo que existe en los patios y las zonas de paso, aunque hay alguna de ellas que se encuentran abiertas para el acceso de las personas.

Esta es una situación normal, "si no fuera porque por donde pasan las personas suelen caer cascotes no ya solo de los perfiles de las paredes, sino partes de cornisas de la parte baja de las ventanas. Eso puede ser peligroso si coge mal a cualquier persona y dése cuenta que por aquí pasan muchos niños y mayores", señaló otro de los denunciantes.

Esta situación es más o menos generalizada, pero el mayor temor del grupo de residentes viene determinado por el posible desplazamiento hacia la calle del frente del edifico del bloque 123, el que da justo al ambulatorio. En este caso, demandan que se verifique la circunstancia, ya que desde el interior del patio se puede comprobar el resquebrajamiento por cada uno de los lados del edificio. "No sabemos qué pasa, pero da la sensación de que se está desplazando hacia fuera", advirtieron.

Por todo ello, y agradeciendo la predisposición de la corporación, los residentes demandan que los plazos para ejecutar las obras de rehabilitación se acorten para poder vivir con más tranquilidad "y que esas obras no sean una chapuza".

Prioridad en vivienda

El alcalde José Alberto Díaz destacó al respecto que una de sus prioridades "ha sido la vivienda y mejorar las condiciones de vida de los vecinos". Sobre ello, señaló que se está trabajando sin descanso en la segunda fase del ARRU Padre Anchieta, y "ya se ha evaluado la situación socioeconómica de las 346 familias de los 46 bloques para que puedan aportar lo que les corresponde del presupuesto" de 3,3 millones de euros (166.500 euros).

Informes de evaluación

Díaz especificó que el trabajo se está centrando en el ámbito técnico en cuanto a los informes de evaluación y eficiencia energética, para lo cual se contará con un equipo de 5 aparejadores para tener los trabajos en octubre para que Urbanismo los aprueben.

Licitación a finales de año

Para concluir, el nacionalista aclaró que "las previsiones que se barajan son poder licitar las obras de rehabilitación a finales de año y poder iniciar las obras a principios de 2018".