Un tiburón de unos tres metros alteró ayer el ritmo habitual de una jornada de agosto en Radazul. El avistamiento del escualo, de la especie mako, llevó a que, alrededor de las 13:30 horas, las autoridades locales optasen por sacar del agua a quienes en ese momento se bañaban en la playa situada junto al puerto deportivo y a colgar una bandera roja que ondeó durante el resto de la tarde.

Según explicó el concejal del Ayuntamiento de El Rosario Jacinto Correa -alcalde accidental en ausencia de Escolástico Gil-, los hechos se desencadenaron a mediodía, cuando el jefe de la Policía Local le comunicó que unos buzos habían visto un tiburón, tras lo que se produjeron nuevos avistamientos del mismo animal. Por ese motivo, y por seguridad, decidieron impedir el baño, lo que llevó a que algunos usuarios abandonaran el lugar.

Avanzada la tarde, había bañistas que seguían tratando de distinguirlo a lo lejos. Por su parte, Correa destacó el buen comportamiento general y la tranquilidad de quienes se encontraban en esta zona. No obstante, la escena de gente a la que le costaba cumplir con la bandera roja, se metía en el agua y era alertada por los socorristas de su imprudencia se repitió durante el día.

De hocico cónico y puntiagudo, boca grande y ojos redondos y negros, el mako o marrajo común es habitual del Océano Pacífico, Atlántico, Índico, Mar Mediterráneo y Mar Rojo.

Fuentes oficiales del consistorio informaron a última hora de la tarde de este lunes que habían mantenido la bandera roja hasta entonces y que hoy valorarán si se extiende la medida, así como que expertos consultados señalan que puede ser que su acercamiento a costa se deba a que es una hembra embarazada o a la existencia de algún cebo.