Una de las jornadas más tensas de la historia reciente del Ayuntamiento de La Laguna terminó en la tarde de ayer con la exigencia por parte de todas las formaciones políticas de que el concejal Zebenzuí González -suspendido de militancia por el PSOE y ya sin competencias municipales- devuelva su acta de concejal. La decisión se adoptó en una prolongada Junta de Portavoces que iba a preceder a un pleno que finalmente no se celebró.

El alcalde, José Alberto Díaz, y Rubens Ascanio (USP), Mónica Martín (PSOE), Antonio Alarcó (PP), Juan Luis Herrera (XTF-NC) y Teresa Berástegui (Cs) fueron los encargados de consensuar el documento. Convocados a las 15:45 -un cuarto de hora antes del comienzo de la sesión plenaria en la que, como urgencia, estaba previsto que se debatiera una moción tras los comentarios de González en el grupo de WhatsApp equivocado y el "terremoto" posterior-, su encuentro acabó dilatándose más de una hora. El resultado: unos acuerdos muy próximos a los que pretendía la oposición al completo (incluido el PP) en la iniciativa que iba a defender ante el pleno y que se había venido fraguando desde por la mañana en al menos tres reuniones: una de USP, XTF-NC, Cs, y los socialistas del sector crítico Javier Abreu y Yeray Rodríguez; otra entre USP y Antonio Alarcó (PP), y una tercera en el grupo popular.

Literalmente, las determinaciones son las tres siguientes: "La condena y reprobación unánime de estas manifestaciones", "El cese fulminante en todas las responsabilidades atribuidas a Zebenzuí González, al que exigimos la entrega de su acta como concejal de este consistorio" y "Que el Ayuntamiento de La Laguna dé traslado a la Fiscalía por si fueran constitutivos de delito".

"Por lo acordado y, siendo el interés general de las decisiones adoptadas por unanimidad en este texto, rubricado por todos los grupos municipales, el criterio que debe guiar a la Junta de Portavoces y a los diversos partidos y coaliciones aquí representados aconseja posponer la celebración del pleno municipal", sigue el escrito. "La imagen de La Laguna está sufriendo un intenso y negativo impacto dentro y fuera de Tenerife. A nuestro juicio no es el momento para insistir, directa o indirectamente, en los motivos que nos han llevado a esta situación". Recoge al final: "Los asuntos del orden del día del pleno no son urgentes. Pueden ser pospuestos sin causar perjuicio a la ciudadanía de La Laguna y entendemos que el interés general del municipio debe prevalecer".

La lectura del acuerdo no resultó sencilla. Inicialmente prevista en la sala anexa al salón de plenos, fue trasladada a un atril delante del arco. Los concejales, ya sabedores de que la sesión estaba suspendida, se fueron yendo y se quedaron solo Abreu y Rodríguez. La entrada de los medios para la comparecencia motivó que desde el público sacaran unos carteles contra el machismo y pidiendo la dimisión de González, a lo que siguieron las quejas de viva voz de Abreu: vino a decir que no aceptaba que no hubiera pleno y que de allí no se movía.

La situación parecía haberse desbordado más allá de cualquier previsión y la rueda de prensa de Díaz y el resto de portavoces fue trasladada entonces a Alcaldía, pero poco dijeron salvo que iban a comparecer en el salón de plenos. La propuesta de los medios de que hablasen allí previamente por motivos de operatividad y sonido fue contestada por Rubens Ascanio, que expresó que la voluntad era "hablarle a la ciudadanía". Vuelta al salón. Lectura final. Algún grito más. Y la pelota en el tejado de González, de cuya postura poco se pudo sacar en claro en la tarde de ayer.

Díaz y Martín: entregar el acta, decisión "personal"

Tanto el alcalde de La Laguna, José Alberto Díaz (CC), como su socia de gobierno, Mónica Martín (PSOE), respondieron igual al ser preguntados ayer por la entrega del acta de concejal de Zebenzuí González. Es una decisión "personal", vinieron a decir uno y otra; el primero, en su comparecencia matutina en la Casa de los Capitanes, y la segunda, en declaraciones a los medios de comunicación. Martín relativizó el hipotético de que González no devuelva el acta al establecer un parangón con los casos de Javier Abreu y Yeray Rodríguez.