Sábado 7 de octubre, cerca de las 23:00 horas. Se respira camaradería. Las 250 personas que participan en el auto de la Librea de Valle de Guerra, que se celebra desde hace 402 años, ultiman los detalles en el pabellón de deportes aledaño a la plaza vallera donde esperan unas 3.000 personas para ver el auto sacramental, que desde 1991 dirigen Nacho Almenar y Aranza Coello, de Burka Teatro.

Este año, la Librea vallera ha sido especial porque Tenerife ha sido sede del III Encuentro Internacional de Rutas de Lepanto, congregando a representantes de las ciudades italianas (Messina, San Severo, Gaeta, Palermo, Venecia, Nicosía o Marino), de la griega Lepanto, de la chipriota Famagusta y de las españolas (Toledo y Barlovento). Por ese motivo, el prólogo estuvo protagonizado por el italiano Francesco Totaro, representante de la ciudad italiana de San Severo, que narró en su lengua vernácula un episodio de la escenificación de Lepanto que se lleva a cabo en su ciudad de procedencia.

El momento culminante del auto sacramental de la Librea, que está narrada por Cervantes (encarnado por un inspirado Gregorio Rodríguez), se produce cuando entran en combate las escuadras cristiana y otomana. La historia reza que la batalla de Lepanto (1571), que es la que se escenifica en la Librea, cayó del lado cristiano, y que en ella participaron tres escuadras palmeras lideradas por EL capitán canario Francisco Díaz Pimienta; sin embargo, el objetivo de la red internacional que auspicia el susodicho encuentro internacional es el de convertir un acto bélico en un acto de paz, que se ejemplifica en el canto final del "Ave María", interpretado por Chago Melián, y en la convivencia durante tres días de personas con una historia común.

El sentir de la Librea de Valle de Guerra lo explica perfectamente Atalía Barbuzano, coordinadora del III Encuentro Internacional de Rutas de Lepanto: "Para mí significa ese momento del año en el que la gente del pueblo se reúne y tenemos el mismo objetivo: que la Librea salga para adelante. Es un momento de reunión de todo el pueblo vallero".

El programa del encuentro internacional se inició en la tarde del viernes 6 de octubre con un acto académico que se celebró en la Casa de Carta de Valle de Guerra, presidido por Amaya Conde, consejera de Museos del Cabildo tinerfeño, y que contó con la asistencia de más de un centenar de personas. En el transcurso del mismo se desarrollaron varias ponencias, que comenzó con la titulada "Lepanto en el Valle de Guerra: La Librea", a cargo del investigador Julio Rodríguez de Castro. En la misma explicó el origen de la fiesta, que llegó al valle como consecuencia de la vinculación que existe entre el matrimonio que edificó la ermita vallera en 1615, integrado por García Fernández de Varcárcel e Inés de Castilla, y los frailes dominicos, cuya advocación era la Virgen de El Rosario.

A continuación, fue el historiador José Carlos Hernández Santana el encargado de enunciar la charla Tenerife, 1571. "La sociedad tinerfeña del siglo XVI era una sociedad de contrastes, en la que la ropa era la representación del estamento social a la que pertenecía cada habitante y la higiene corporal venía marcada por el número de cambios de vestimenta, no por el número de veces que se bañaban, ya que el hábito del baño era anual", señaló. En última instancia intervino el profesor italiano Vincenzo Caruso con la ponencia "De Mesina a Lepanto, seiscientos barcos para una batalla y el Mediterráneo para un encuentro", en la que detalló los nombres de los barcos italianos que participaron en la contienda y mostró planos de Mesina de la época. El acto concluyó con la intervención musical de la Coral Polifónica Gaudim Cordis, que tras interpretar "Un cavaglier di Spagna", "Señor me cansa la vida" o "The Blue Bird", recibió un entusiasta aplauso del público asistente.