El Centro de Interpretación del barranco Agua de Dios, en Tegueste, está hoy un poco más cerca. Después de años de trabajo y de buscar fórmulas para sacarle el máximo partido a las riquezas arqueológicas de la zona, el municipio y el Cabildo de Tenerife ultiman los trámites previos para el comienzo de la tercera fase de las obras en el inmueble que albergará el espacio, situado junto a la plaza de San Marcos.

Se trata de una iniciativa ambiciosa y que, en parte, se articula en torno a una antigua casa. Será allí donde se instale el referido espacio divulgativo, así como una oficina de turismo, con la que se busca asegurar que el recinto esté abierto y superar los problemas de mantenimiento que, habitualmente, llevan aparejados este tipo de instalaciones.

Lo explica Javier Soler Segura, uno de los dos coodirectores del denominado "Proyecto de Revalorización Patrimonial del Barranco Agua de Dios y de la Comarca Nordeste" (el otro es Francisco Pérez Caamaño). Arqueólogo reconocido, señala que tanto el consistorio como la institución insular están preparando la financiación para abordar a final de año o a principios del próximo las labores que restan para dotar de "contenido museográfico" las distintas salas. "La idea es que este sea el centro de recepción de los turistas y de los amantes o interesados por la arqueología de Tegueste y de esta parte de Tenerife".

"Estamos hablando de un inmueble histórico. Tiene sus limitaciones. No es un edificio que se ha construido ex profeso para el Centro de Interpretación", apunta Soler sobre la vivienda elegida, que adquirió el ayuntamiento años atrás. "Es la típica arquitectura tradicional del mundo rural tinerfeño", continúa, antes de añadir que los técnicos de Patrimonio del Cabildo ya fueron a valorar la construcción, que ha contado con varias fases de reforma (la techumbre, la impermeabilización de la galería, la instalación eléctrica...). Fundamentalmente, queda por efectuar el arreglo de los suelos y la creación de unos nuevos servicios.

Tres acciones diferentes son las que han ocupado a los responsables de la actuación: las obras de acondicionamiento de la casa; la redacción del Plan Especial de Protección del Barranco Agua de Dios, financiado por el Cabildo y que va a organizar legalmente lo que se puede y no se puede hacer en la zona, y el correspondiente plan director del parque, que ya está elaborado. La suma de todo lo anterior y el paso que falta permitirán mostrar "el conjunto de cuevas naturales de hábitat más importante de la Isla en período aborigen", en palabras de Soler. Y es que la intención última es difundir el lugar con el museo y la habilitación de una red de visitas guiadas.