El parque situado en la trasera del exconvento de Santo Domingo será finalmente abierto a las visitas turísticas, según se ha conocido en los últimos días. Es un recinto cuya singularidad principal está en que alberga un drago de entre 250 y 300 años. Sin embargo, no es el único de honda historia del municipio. De los datos recogidos en la web del Cabildo de Tenerife y del catálogo de árboles monumentales y flora singular que editó la institución insular en 2000 se desprende que hay al menos otros seis más con la categoría de árbol monumental. Todos ellos se unen a ejemplares de otras especies que cuentan con la misma condición.

Drago del seminario viejo. De ese modo se suele denominar al referido drago del exconvento de Santo Domingo, dado que allí estuvo ubicado el Seminario Diocesano. El árbol tiene unos diez metros de altura, se llegó a partir por la mitad y ha sufrido daños a través del tiempo. "Los seminaristas solían trepar por este hermoso drago, partiendo algunas ramas y produciéndole heridas con el roce de sus zapatos", apunta la información del Cabildo.

Drago de la ermita de San Miguel (El Boquerón). Se encuentra junto a una huerta en la finca de San Miguel, al lado de la ermita del mismo nombre, en el núcleo de El Boquerón (Valle de Guerra). Su edad se estima en unos 235 años, debido a las ramificaciones que presenta. Hace años, debido a la fuerza de un temporal, perdió una parte de sus ramas, pero ahí sigue.

Drago de Cho Marcos Ratón. En la tejinera calle El Drago se levanta un ejemplar de nombre curioso. Tiene ocho metros y su antigüedad puede estar en unos 240 años. La existencia de una rama ligeramente escorada hacia el oeste llevó a una oscilación general en ese sentido.

Drago de Las Peras. Si el de Cho Marcos Ratón da nombre a una calle, el de Las Peras lo hace con dos urbanizaciones -El Drago I y El Drago II- situadas cerca del camino de Las Peras, la plaza del Cristo y el parque de La Vega. El árbol se encuentra concretamente en la segunda y tiene seis metros. "Es sumamente curioso, sobre todo por la enorme cantidad de raíces aéreas que cuelgan de sus ramas", apunta la institución insular. Su edad: un siglo y medio.

Drago de la Finca de San Francisco. También denominado "del Obispado" o "de Aledo", está ubicado en la Finca de San Francisco, en el camino homónimo, en Valle de Guerra. En la época en que el Cabildo elaboró el catálogo, y a juzgar por las diez ramificaciones de entonces, se le estimaban unos 150 años, que hoy serán unos 15 más. Sus raíces llegaron a romper el fondo de una piscina adyacente.

Drago del barranco Agua de Dios. Recibe esta denominación al situarse al borde del barranco Agua de Dios a su paso por Tejina y, más específicamente, por detrás del viejo cine. Su antigüedad ronda los 165 años y se caracteriza por una copa compacta, un pequeño desplazamiento hacia el sur y algunas heridas al ser víctima de prácticas inadecuadas.

Drago de Valle Tabares. El último de estos siete dragos se localiza en el margen izquierdo de la carretera que va hacia Los Campitos, y cuenta con unos once metros. Al igual que con algunos de los casos anteriores, los expertos le han calculado alrededor de un siglo y medio con sus raíces hundidas en el municipio.