lntersindical Canaria (IC) en La Laguna denunció ayer las condiciones a las que se tienen que enfrentar los usuarios de las instalaciones del Intercambiador Padre Anchieta de La Laguna y los propios trabajadores de la compañía de transporte colectivo Titsa. En este caso, el sindicato mayoritario en la compañía pone énfasis en los problemas existentes en las puertas de acceso al edificio, que provocan corrientes de aire importantes que afectan a los usuarios y empleados. Consideran, además, que el mal diseño de la estación ha derivado en otros problemas estructurales que se reproducen continuamente.

Acerca de las puertas, motivo principal de la denuncia, el responsable de IC en la compañía, Virgilio Gómez, explicó que las puertas giratorias no cumplen su función y están estropeadas desde hace años, teniéndose que abrir las hojas accesorias de par en par desde las 05:00 hasta las 23:00 horas que cierra la estación.

"A ello se le añade que en la parte alta hay unas puertas de apertura automática que están mal, lo que provoca que la mayoría de las horas estén abiertas completamente, con lo cual se produce una corriente de aire muy fuerte entre la parte baja y la alta", añadió ante la confirmación de sus compañeros presentes Pedro Mora, Ramón García, Alexis Hernández, Manuel Castro, Raúl Díaz y Padrino.

Mora y García recordaron que los problemas con las puertas están denunciados a la compañía desde el año 2015 y desde entonces no se han arreglado, "pero no se confunda, los principales afectados son los usuarios y pasajeros".

Realizaron una visita para detallar las deficiencias del edificio, "que cuenta con un diseño deficiente", y para explicar los problemas con las puertas y las corrientes que se producen.

Sobre ello destacaron la puerta principal por la calle Ángel Guimerá Jorge, y la de la parte alta con la misma orientación, que permanece cerrada y que solo se abre para colocar el árbol de navidad para disimular (ambas son giratorias). Luego existe otra que está permanentemente abierta a la izquierda de los paneles y una más enfrente, que es automática, que también está mal y permanece la mayoría del tiempo abierta.

Gómez apuntó que la empresa ha puesto como excusa que "existen problemas para reparar o cambiar por falta de piezas y con la propia empresa de mantenimiento" en distintos momentos, "pero la realidad es que ya estamos en 2018 y la situación sigue. Para nosotros el máximo responsable es el Cabildo de Tenerife, Titsa y su empresa Metropolitano, que es la que ejecuta las obras aquí, y por el mal diseño de un edificio que tiene que ser continuamente reparado y modificado", apuntó para concluir.