El Cabildo de Tenerife, a través del área Tenerife 2030, celebró el sábado un encuentro con los 220 jóvenes de Educación Secundaria Obligatoria que se beneficiaron de las becas de inmersión lingüística durante el curso escolar 2017-2018. Los jóvenes de cuarto de la ESO cursaron el primer trimestre en Canadá (90), Irlanda (90), Francia (25) y Alemania (15), donde pudieron practicar los diferentes idiomas. Durante la jornada de hoy, diferentes estudiantes expusieron sus experiencias durante el trimestre cursado en el extranjero y realizaron talleres de danza, percusión y juegos del Mundo.

El acto, celebrado en el centro TEA Tenerife Espacio de las Artes, contó con la presencia del presidente del Cabildo, Carlos Alonso; el director insular de Educación y Cultura, José Luis Rivero, y los técnicos responsables del área de Educación de la Corporación insular. Carlos Alonso explicó que "las becas de inmersión lingüística se pusieron en marcha hace cuatro años con 25 jóvenes, que al siguiente año se convirtieron en 100 y que se duplicaron en el pasado curso. Este año hemos tenido a 220 jóvenes de la ESO haciendo el primer trimestre en el extranjero y para 2018-2019 serán 400 los beneficiarios de estas becas".

"Los idiomas son fundamentales hoy en día y nuestros jóvenes tienen que prepararse para el futuro. Por eso hacemos un esfuerzo inversor importante, con cerca de tres millones de euros para estas becas. Uno de los objetivos de la estrategia Tenerife 2030 es tener una isla bilingüe, con un millar de becas y estamos en el camino para hacerlo realidad. Además, hay que destacar la experiencia que supone para los jóvenes de vivir durante tres meses en el extranjero, algo que es muy valorado por todos los becarios", indicó Alonso.

Por su parte, José Luis Rivero apuntó que el programa de inmersión lingüística en el que participan los estudiantes tinerfeños tiene una duración de 15 semanas, desde los primeros días de septiembre hasta mediados de diciembre. "El perfil de la persona beneficiaria de la beca es la de un joven con rendimiento académico excepcional, con familia de escasos ingresos económicos y con pocas posibilidades de poder acceder a un programa de inmersión lingüística como el ofertado. El alumnado, como se ha comprobado en los cursos anteriores, es responsable en el trabajo escolar y comprometido con la comunidad educativa, más allá de la mera superación de las asignaturas obligatorias", aseguró Rivero.

Las becas de inmersión lingüística se enmarcan en el área Tenerife 2030, una estrategia que apuesta por tener a personas más autónomas -a través de una mejor formación-, con un mejor vínculo con el exterior -mediante el conocimiento de idiomas- y con una mejor conexión con el resto del mundo gracias a la innovación.