Los vecinos sencillamente están cansados. Hartos de que un terreno que se encuentra al lado del campo de fútbol de Tejina, en el barrio de Milán, se haya convertido en un basurero, después de que el espacio fuera asignado como punto limpio del pueblo enfocado a la recepción de electrodomésticos. Pero la realidad es otra completamente distinta. Este enclave, situado entre la instalación y la calle La Destilería, cuya entrada se encuentra por la avenida Milán, es hoy una escombrera en toda regla y un depósito de basuras y elementos y materiales peligrosos que los residentes de la zona quieren eliminar.

"Es todo menos un punto limpio. Ahí te puedes encontrar de todo. La plancha se nos dijo que era para dejar electrodomésticos pero la cosa se ha disparado y en la actualidad hay de todo. Desde cristales hasta bidones de líquidos inflamables. Al final cuando no se tiene control con las cosas pasa lo que pasa", explicó un cliente de la farmacia.

Se refiere a que la accesibilidad al solar es total "y es normal que los niños utilicen el espacio para jugar y sacar a sus animales conviviendo con camiones pequeños y no tan pequeños que dejan escombros y diversos materiales de todo tipo". Es cotidiano ver, también, "la descarga de tierras y plásticos procedentes de invernaderos de la zona", denuncia uno de los residentes de la avenida Milán, "importándoles muy poco las condiciones en las que dejan todo aquello".

Sobre ello, se trata de un terreno de titularidad municipal de algo más de 4.000 metros cuadrados que se encuentra a unos 250 metros del CEIP Princesa Tejina y está completamente abierto y sin protección alguna. La zona de la entrada al solar es donde la Asociación Cultural Carrozas de Tejina tiene ubicada su actividad a la espera de que el Ayuntamiento de La Laguna pueda cederles un local para poder cumplir año tras año con la tradición de componer sus carrozas.

En la parte final, cerca de La Majana, existe un depósito metálico público para que los residentes puedan dejar sus electrodomésticos, "pero la realidad es que personas de todas las partes dejan sus porquerías aquí. Descargan y dejan cristales por todas partes, maderas, hierros de forjados al aire y bidones de todo tipo".

Los residentes de la zona consideran que "no nos podemos convertir en el vertedero del pueblo, por lo que Servicios Municipales tiene que hacer algo para controlar todo esto", explicó otra de las vecinos de la calle El Gofio señalando a las montañas de tierra, escombros y cristales amontonados.

Los denunciantes demandan que el ayuntamiento limpie completamente la zona y que si habilita el lugar como punto limpio que sea habitual la recogida y limpieza del terreno hasta que se le de un uso adecuado.