Hay situaciones en política que resultan difíciles de explicar y que, si no fuera por los perjuicios que acarrean al interés público, darían más bien para una antología del disparate. El gobierno de El Rosario ha descubierto recientemente que el tan célebre como polémico, al menos al principio, paseo marítimo que unió Tabaiba con Radazul se hizo en una propiedad privada y sin permiso de su dueño, que ahora está reclamando daños y perjuicios, así como la pertinente indemnización.

"Se trata de la última perla que nos hemos encontrado" del anterior gobierno, señala a EL DÍA el alcalde, Escolástico Gil. Con independencia de los motivos que han llevado al propietario a esperar tantos años por su reclamación (el proyecto lo aprueba Costas en 2007), lo cierto es que el problema para la localidad es doble, ya que se trata del mismo dueño de los terrenos donde el consistorio pretendía habilitar la estación de bombeo imprescindible para el tratamiento de las aguas fecales de Tabaiba y zonas anexas.

Esta circunstancia refuerza al máximo la posición del dueño y hace peligrar, si no se produce un entente entre las dos partes con cierta premura, la inversión de casi 400.000 euros comprometida y financiada en gran parte desde administraciones externas para dicha estación. Según Gil, un verdadero contratiempo que puede perjudicar mucho a los vecinos del enclave.

Gil no sale de su asombro al descubrir que este paso, "más bien escalera", se ejecutó en unos terrenos privados, pero dando a entender que eran públicos y, por tanto, logrando el beneplácito de Costas e implicando a diversas administraciones. Según recalca, lo mínimo, elemental y el comienzo de cualquier proyecto siempre consiste en especificar a quién pertenecen los terrenos en los que se va a realizar algo, y más en una actuación pública.

El alcalde tiene claro que el anterior gobierno cometió una ocupación indebida de terreno privado, con el problema añadido de que el dueño posee también la parcela G3, que es la que acogerá la nueva EBAR de Tabaiba.

El descubrimiento se produjo cuando la sociedad mercantil titular del terreno elevó una instancia al ayuntamiento con copia del recibo del IBI de ese terreno, su ficha catastral, la escritura de segregación y compraventa, así como una nota simple del Registro de la Propiedad.

Frente a esta documentación, en 2007 el anterior gobierno local del PSOE certifica la presunta puesta a disposición de los terrenos para que Costas pudiera respaldar el proyecto. De hecho, y según se revela ahora, la citada empresa pide explicaciones al departamento estatal y este argumenta esa disposición de los terrenos sostenida desde el consistorio.

En su reclamación, la sociedad mercantil expone ahora la competencia del órgano que debía resolver el expediente y el procedimiento a seguir, la ocupación material de un inmueble sin tramitarse el pertinente expediente de expropiación (por mucho que se trate de una ladera costera), aparte del cálculo de la indemnización correspondiente por una ocupación efectuada por la vía de los hechos sin los pasos previos necesarios. Por supuesto, el afectado cree que se le ha causado un daño evidente y también reclama por eso.

El gobierno local, por supuesto y mientras se recupera del sobresalto imprevisto, busca salidas negociadas para tratar de minimizar la situación y reducir al máximo los perjuicios.

Años de polémica rematados ahora

El paseo costero entre Tabaiba y Radazul desató una considerable polémica cuando se plantea el proyecto pero, sobre todo, cuando se confirma su ejecución. Diversos partidos, si bien especialmente IR-Verdes, que ahora cogobierna, así como entidades vecinales advirtieron de su impacto y los problemas de accesibilidad, principalmente para personas con movilidad reducida. Además, incluso estando bien, se necesita cierta forma física si se viene de la zona de baño de Tabaiba Baja, justo al lado de la famosa piscina, ya que los más de 300 escalones no evitan la necesidad de hacer paradas o resollar en la parte más recta, antes de enfilar la bajada hacia las nuevas y reformadas playitas o áreas de baño de Radazul. Pese a las protestas y reparos hace ya un decenio, el gobierno local, que entonces presidía Macario Benítez, siguió con la idea y las obras convencido de que, en la balanza, el proyecto era más que conveniente por enlazar las dos zonas principales de la costa local con unas excelentes vistas. Había inconvenientes, pero, en el fondo, los concebía como una especie de mal menor antes las ventajas que apreciaba. Lo que nunca se supo, hasta ahora, es que todo se ejecutaba en unos terrenos privados y sin el pertinente permiso o proceso de expropiación, según ha confirmado el gobierno local.

El PSOE espera a conocer el expediente a fondo

El portavoz del PSOE en la actual corporación local, José Estévez, indicó ayer a EL DÍA que prefiere estudiar a fondo el expediente para pronunciarse sobre lo sucedido. Ante la imposibilidad de consultarlo el pasado viernes, confía en analizarlo mañana y, entonces, anuncia que dará su versión sobre lo ocurrido y sobre las opciones que se le abren ahora al consistorio.