Queda un día. Tegueste celebrará mañana, a partir de las 21:30 horas, una de sus principales tradiciones: la Librea. Declarado Bien de Interés Cultural, este acto se representa cada cuatro años en las calles del municipio y cuenta con alrededor de 600 participantes, de los que algunos deben dedicar incluso varios meses a preparar su papel.

EL DÍA asistió al ensayo realizado en la noche del martes, uno de los cuatro que se desarrollan a lo largo de la semana. Es ya la cuenta atrás. Miguel Ángel Hernández, el director artístico, admite que en ocasiones el trabajo se hace un poco complicado, aunque afirma a renglón seguido que para eso está la coordinación y que, sobre todo, tiene a favor que cada uno de los participantes "ponen de su parte".

Los movimientos de los barcos (uno por cada uno de los cuarteles: Tegueste, San Luis, Pedro Álvarez y El Socorro), quién se ocupa de este o aquel detalle, dónde se ubica cada una de las personas que integran el espectáculo... Esos y otros aspectos son los que se abordan en el ensayo, en el que destaca la presencia de niños y jóvenes, así como el entusiasmo general. Un buen ejemplo de lo anterior es que los más "menudos" no dudan en ofrecerse hasta a asumir tareas de responsabilidad.

"¡No, yo soy moro!", responde uno de los niños más pequeños, ataviado con una camiseta del Real Madrid, cuando se le pregunta por la combinación de ser del equipo blanco y pirata. Deja claro con su respuesta que Tegueste tiene claro desde la infancia algo en lo que el foráneo llega a dudar. No todos son piratas, sino que en los barcos también hay ingleses y moros. Según acaba de concretar el director artístico, esas procedencias se deben a los ataques más frecuentes que sufrían las Islas desde el siglo XVI.

Más en detalle, la Librea de Tegueste consta de cuatro elementos fundamentales: la milicia, los barcos, la danza de las flores y la batalla entre los barcos y el castillo. Y es de la combinación de todo de donde resulta un espectáculo de luz y sonido que en cada edición logra abarrotar la plaza teguestera y sus aledaños.

La mayoría de los integrantes de la Librea de Tegueste lo siente. Es algo que ya se palpa en el ensayo, pero sus palabras despejan cualquier duda. "La Librea es para los milicianos un momento que se espera con ansias, con verdaderas ganas, porque es sinónimo de compartir y del reencuentro con los compañeros y amigos". El entrecomillado es de Alfredo López, capitán de la milicia de Tegueste y que se define como un "orgulloso miliciano".

López señala que escoltar a Nuestra Señora de Los Remedios siendo miembro de alguno de los barcos, de la Danza de las Flores o miliciano es "un gran honor como teguestero y como amante de nuestras tradiciones". También se detiene en algunos instantes que, afirma, "valen su peso en oro": el izado de la bandera tras la victoria, los acordes del himno de la Virgen mientras la milicia muestra su respeto, el fragor de la batalla o el recuerdo de antiguos milicianos.