Miedo, preocupación, temor... Fueron las sensaciones que ayer invadieron a los vecinos en el día después del incendio ocurrido el jueves, cuando sobre las 15:30 horas el humo y el mal olor invadieron la calle 6 de Diciembre tras prenderse fuego un vehículo en el garaje del edificio Bucare. Este incidente afectó a dos coches más de manera grave y a otros seis con distintos grados, así como en bajantes generales, que tendrán que ser evaluados por las compañías de seguros. Hasta entonces, la recomendación era que los 32 vecinos evacuados siguieran realojados en otros sitios, aunque 16 de ellos optaron por entrar, pero sin acceso al saneamiento.

Precisamente, ayer fue día de trasiego en el edificio. Por allí, desde primera hora de la mañana, pasaron miembros de la Policía Científica, la Local de La Laguna y la propia administración del inmueble en compañía de los profesionales de la empresa de fontanería de confianza para organizar los trabajos de reposición del bajante afectado, que ha dejado sin saneamiento el edificio.

Nuevamente se comprobó que el inmueble no tenía daños estructurales, por lo que los primeros vecinos empezaron a entrar a su viviendas, a pesar de que el mal olor a plástico permanecía en el interior de las estancias.

Dentro, en el portal, el ascensor estaba precintado, así como el acceso por la escalera al garaje en donde se produjo el incendio, aunque fuentes del ayuntamiento aconsejaron horas después quitarlos para facilitar a la comunidad la reparación de los bajantes que se vieron afectados. Eso sí, con la recomendación de máxima precaución por el fuerte olor existente y la dificultad para respirar en el interior.

Sobre las 11:00 horas, los afectados empezaron a llegar a sus casas con las pocas pertenencias con las que salieron el día anterior, para recoger ropa y pertenencias. Acceso libre. Algunos más serios que otros, pero después de todo lo que pudo pasar las risas nerviosas afloraron.

Es el caso de José, un vecino que está de alquiler en el edificio y que intentaba tranquilizar a una amiga de un inmueble colindante: "No ha pasado nada. Es solo el susto, pero se queda todo en un mal recuerdo. El mejor momento fue en la plaza en donde durante cuatro horas los vecinos convivimos", dijo entre risas.

Pero no todos tenían el mismo semblante. El propietario de una de las viviendas, la cual tenía alquilada a unos jóvenes, mostró su "preocupación por los chicos. No es nada agradable que sucedan este tipo de cosas. Al final quedó en un susto", dijo con resignación.

Por la tarde, el concejal de Seguridad, Jonathan Domínguez, hizo balance de lo ocurrido y la situación en la que quedan los vecinos. Sobre ello recordó que "fueron desalojados 114 vecinos y 32 en concreto no pudieron quedarse en sus viviendas. El ayuntamiento ofreció alojamiento en distintos hoteles (el hotel Aguere lo ofreció de manera gratuita) donde se pudieron alojar, pero ya hoy (por ayer) es la propia comunidad de propietarios la que a través del seguro del propio edificio y sus peritos los que se hagan cargo del realojo a partir de este momento".

Explicó que "en estos momentos existen varias vías de investigación abiertas, por un lado la Policía científica que aún está investigando, y por otro, la parte técnica, la que corresponde al ayuntamiento, ya que hay una serie de precintos que se podrán abrir una vez que las patologías que se han detectado se puedan corregir, como el saneamiento, y hasta que se reparen esas viviendas no son habitables, aunque podrá entrar el que quiera", dijo Domínguez.

REACCIONES

José Carlos Gómez

VECINO

"Momento de máxima preocupación"

Juan Carlos Gómez, vecino del edificio, reconoció que se produjo "un momento de máxima preocupación. Afortunadamente todas las personas están bien". Explicó que sobre las 15:30 horas "empezamos a notar el olor a quemado. Nos asomamos y vimos el humo y nos dimos cuenta de que la cosa iba en serio". Gómez espera que se resuelva cuanto antes la situación para poder volver a sus casas.

Marco Javier

VECINO

"Estaba en casa y oímos mucho ruido"

Marco Javier, uno de los afectados que tuvieron que salir de la vivienda, recordó: "Estaba en casa y fue cuando oímos mucho ruido. Nos asomamos al balcón y la gente nos decía que bajáramos al mismo tiempo que alguien nos tocó el portero para decirnos que dejáramos el piso". Fue el momento en el que "salimos con nuestros dos gatos y el perro en espera de que acabara todo y al final nos fuimos a casa de un amigo".