El bar Palma, situado en el municipio tinerfeño de La Victoria, ha vendido quince billetes del número 02184, que obtuvo el tercer premio del Sorteo Extraordinario de Navidad, y ha repartido entre sus clientes siete millones de euros.

Úrsula Gutiérrez, hermana del dueño del establecimiento que también se quedó con algunos décimos premiados, ha afirmado a EFE que ayer tarde devolvieron un par de billetes que no se habían vendido pero el resto se ha vendido entre la clientela del bar, especialista en carne de conejo, y entre otros bares de la zona.

Algunos de los vecinos agraciados se han acercado al bar como el caso de Carolina García, que es dueña de otro establecimiento, y que tiene un par de décimos "para algún capricho porque gracias a dios no tengo deudas".

Jerónimo Gutiérrez tiene dos décimos premiados y se enteró que le había tocado la lotería porque llamó al bar para encargarle un conejo y notó al dueño nervioso.

"A mí me hace falta más la salud que el dinero" dijo Jerónimo a los periodistas a los que manifestó que echará una mano a su yerno enfermo y a sus nietos y se dejará algo "para la vejez".

El hombre, que tiene otro décimo con la misma terminación que el Gordo, afirmó que no quiere el dinero para caprichos sino para necesidades y aseveró que no piensa ni cambiar de coche porque a pesar de tener 23 años "todavía tira bien".

María también tiene un décimo premiado que compró su marido en el bar Palma y se enteró del premio cuando trabajaba en un bar cercano.

Asegura que el dinero le servirá para tapar agujeros y para ayudar a su hija al tiempo que manifestaba que la sensación que se tiene cuando se sabe que ha tocado la lotería "es impresionante".