No hay números feos, tampoco bonitos, ni siquiera aunque coincidan con una fecha estrella, como la proclamación de Felipe VI o un nacimiento; en la Lotería de Navidad no valen los trucos ni estampitas, ni pasar el décimo por el manto de la virgen porque los juegos como éste son "purita" matemática.

Por lo tanto, aquí lo complicado es ganar: la posibilidad de que toque alguno de los premios de esta lotería, como en años anteriores, es del 5 % y de que toque el Gordo mucho menos; la probabilidad es del 0,00001 (si se expresa en tanto por ciento ésta es del 0,001 %), ha señaladoel profesor de matemática aplicada de la Universidad CEU San Pablo, Miguel Córdoba Bueno.

"Cada uno es libre de tener sus creencias pero científicamente son 100.000 bolas iguales, con las mismas posibilidades de salir cada una de ellas, y es una entre cien mil (el Gordo)", ha afirmado.

Pero ¿por qué es la lotería preferida de los españoles y la que más o menos está resistiendo a la crisis?

Córdoba Bueno lo tiene claro: se trata de una cuestión social, "parte del folclore"; "parece que no eres sociable si no juegas".

Está en la misma lista que comer turrón, cenar marisco o cordero y brindar con cava.

"Hay gente que cree que si pasa el décimo por el manto de la virgen le va a tocar", pero nada más lejos de la realidad: "Cada uno es libre de tener sus creencias", pero la ciencia es la ciencia.

Córdoba Bueno, quien ha asegurado que solo juega la lotería navideña -"para que no digan que no soy sociable"-, ha señalado, además, que la posibilidad de que toque el reintegro es del 10 %.

Y es que la de Navidad es la que menos probabilidad tiene de que el comprador del décimo gane algo en relación al resto de loterías.

En cuanto a la crisis, este profesor del CEU ha apuntado que ésta "nos ha hecho menos jugadores".

La crisis económica ha afectado notablemente a la renta disponible de los españoles; "hay que tener en cuenta que jugar a la lotería es algo extra, vamos a ser realistas", según este profesor.

Así, los españoles han pasado de jugar 700 euros al año por habitante en 2008 a 596 euros en 2013, pero no todos los juegos han experimentado la misma reducción: "mientras que el juego de la Lotería de Navidad (un 3 % menos desde 2000) e, incluso la del Niño, han sufrido leves descensos, las loterías semanales, la primitiva y sobre todo el cupón de la ONCE han sufrido fuertes decrementos".

"La de Navidad dentro de lo que cabe aguanta por ese curioso folclore y fenómeno social".

Sobre si la publicidad ayuda, este profesor de matemática aplicada ha opinado -en una nota de prensa del CEU- que "evidentemente, la publicidad fomenta el gasto en lotería, aunque si tenemos en cuenta que se trata de una entidad de derecho público, el fomentar el juego con dinero público podría no considerarse muy adecuado desde el punto de vista moral".

No obstante, ha recalcado a Efe, en 2013 (anuncio de los conocidos tenores y cantantes) se hizo un esfuerzo en publicidad que no surtió su efecto, pues las ventas también bajaron.

En las cuentas anuales de la sociedad estatal, según este profesor, el gasto en publicidad subió de 60 millones de euros en 2012 a 78 millones en 2013, "aunque obviamente podría deberse a otras causas" (que las cuentas incluyan también la publicidad destinada a otras loterías u otro tipo como la institucional).