El líder del PP, Mariano Rajoy, y el presidente de la Generalitat valenciana, Francisco Camps, manifestaron ayer apoyo mutuo y unidad contra "los inquisidores del siglo XXI", ya que comparten un proyecto y un objetivo: ganar a José Luis Rodríguez Zapatero en las próximas elecciones europeas.

El de Alicante era un acto esperado por la afluencia de público, que se preveía masiva, y sobre todo por la significación política del encuentro de Rajoy y Camps en plena investigación del "caso Gürtel", en la que el presidente valenciano está imputado y por la que tuvo que declarar el miércoles.

Al evento también asistió el responsable de Justicia de los populares y diputado por Alicante, Federico Trillo, quien el pasado martes, antes de que se conociera la sentencia del juicio del Yak-42, puso su cargo a disposición del partido, aunque fue ratificado por la dirección nacional. Trillo no intervino ayer y se limitó a ocupar un discreto segundo plano.

Todas las expectativas fueron colmadas, pues acudieron miles de personas y tanto Camps como Rajoy proclamaron que se profesan un respaldo mutuo.

Después de las intervenciones de la alcaldesa de la ciudad, Sonia Castedo, y del presidente del PP en la provincia, José Joaquín Ripoll, Camps tomó la palabra para expresar su apoyo al líder nacional de los populares.

"Gracias, Mariano, porque contigo todos juntos hemos mantenido el pulso, la tensión, la vocación y el compromiso con un proyecto político, el del PP, que tras unos años en la oposición está a punto de llegar a la Moncloa con tu Presidencia", afirmó el máximo mandatario de la Generalitat.

Pero no acabó ahí su proclama, y sin alusiones precisas al proceso judicial que sigue la investigación del "caso Gürtel", recalcó cada vez con más énfasis: "Han intentado división, han intentado que pensáramos que era imposible, que Zapatero era imbatible, pero sabíamos que no. Hemos aguantado como jabatos y por eso venimos recuperando espacio, por eso ganaremos las europeas y se adelantarán las generales".

Y en el clímax de su alocución, sus palabra fueron: "Con Mariano, España se pone en pie y mira al futuro con optimismo".

Tras criticar duramente al presidente del Gobierno y llamar a los ciudadanos a votar el 7 de junio para dar "esperanza a todo un pueblo", Camps insistió en sus loas a Rajoy en el tramo final de su discurso, cuando señaló que sólo con "un gran capitán", como el líder del PP, puede "llegar a buen puerto" el proyecto político de los populares.

Rajoy, ante una audiencia entregada, también dio evidentes muestras de apoyo al presidente de la Generalitat. "Paco, estamos contigo, como siempre, y la historia será una historia feliz. Y la inmensa mayoría de los valencianos se van a llevar una enorme alegría para disgusto de esos inquisidores del siglo XXI, que son de una crueldad infinita pues no tienen razón ni corazón; a esos les vamos a ganar el 7 de junio", ha dicho.

El líder del Partido Popular, aunque igualmente sin incurrir en menciones específicas ni acusaciones directas, no había pronunciado hasta ayer palabras tan directas sobre la imputación de Camps en el "caso Gürtel".

Así, redundó en su ofensiva: "Los torquemadas del siglo XXI, que los hay en política, y muchos, aunque en el otro lado, y en sus aledaños, presumen de ser demócratas y liberales, pero tienen en verdad una mentalidad totalitaria y se van a llevar un gran berrinche el 7 de junio porque vamos a ganar las elecciones".

Si el pasado sábado en Ourense, en su primer acto de campaña, situó la victoria electoral de Alberto Núñez Feijóo como el ejemplo a seguir en la presente campaña europea, ya que en Galicia empezó a coger forma el cambio político, en Alicante colocó una estación más en su viaje a La Moncloa: el triunfo de Camps en la Comunidad Valenciana en las autonómicas de 2011.

Frente a un presidente del Gobierno que "lo hace muy mal", Rajoy dijo de su partido que "lo puede hacer mucho mejor", toda vez que habla de "lo que quieren" los españoles en época de crisis y que lo primero en la Unión Europea es la defensa de los intereses del país. Rajoy anunció que el grupo popular europeo propondrá que las regiones con déficit de agua dispongan de estructuras hídricas.