El presidente de la Generalitat, José Montilla, quitó hierro hoy a las versiones sobre el relevo de Pasqual Maragall como cabeza de lista del PSC en las autonómicas de 2006, recogidas en su biografía autorizada ''Descobrint Montilla'', y que dan preponderancia a la irrupción de la enfermedad del Alzehimer.

"Mis opiniones son realmente mías y las de los otros que han hablado de mi son realmente suyas", sostuvo Montilla, relativizando así a tres de los entrevistados que afirman que Maragall ya estaba enfermo siendo presidente de la Generalitat, circunstancia que condicionó su relevo.

En su intervención, Montilla aseguró que ha dedicado los mejores años de su vida a servir a los demás, y volvió a hacer un símil con el ciclismo, como ya ha hecho recientemente. Así, indicó que ser el líder de la carrera que se ha escapado del pelotón "no es suficiente para ganar". Además, se definió como una persona reservada, realista y que duerme poco e indicó que el libro da pequeños detalles que permiten al lector aproximarse a su figura y a su vida.

Los consellers Antoni Castells, Montserrat Tura y Ernest Maragall se ausentaron hoy en el evento. Se da la circunstancia que estos ellos tres son las cabezas visibles del ala catalanista del partido.

Quienes sí estaban son la consellera de Sanidad, Marina Geli, y el de Política Territorial y Obras Públicas y primer secretario de los socialistas de Girona, Joaquim Nadal.

Tampoco faltaron la consellera de Trabajo, Mar Serna --que no milita en el PSC-- y el de Agricultura, Alimentación y Acción Rural, Joaquim Llena --que es también primer secretario del PSC en Lleida--.

Al acto no acudió ningún conseller de ERC. Por el contrario, sí que había una nutrida representación de ICV-EUiA, formada por el conseller de Medio Ambiente y Vivienda, Francesc Baltasar, y el coordinador general de EUiA, Jordi Miralles.

Entre los sentados en las primeras filas, había diputados del Parlament y del Congreso --entre ellos, Francesc Vallès y Daniel Fernández-- y algunos de sus más firmes colaboradores, como la secretaria del Govern, Laia Bonet; el viceprimer secretario y portavoz del PSC, Miquel Iceta; el secretario general de Presidencia, Isaías Táboas, y el secretario general adjunto de Presidencia, Jordi Menéndez.

Tampoco se perdieron el evento destacados alcaldes del cinturón rojo metropolitano --Jordi Serra, de Badalona; y Manuel Bustos, de Sabadell--; el delegado del Gobierno en Cataluña, Joan Rangel; el presidente de Caixa Cataluña y ex vicepresidente del Gobierno, Narcís Serra; y la directora general de la CCMA, Rosa Cullell, entre otros.

El autor del libro, Gabriel Pernau, definió la trayectoria de Montilla como un "ejemplo de superación personal", quien dijo que él ha tratado de ser su "gota malaya" y ha rehuido complicidades con el personaje.

También destacó las dificultades que tuvo en sus primeras entrevistas con Montilla, y que le ha hecho hasta 500 preguntas en total libertad. Prueba de ello es que tiene constancia que no todo lo que dice el libro es del agrado del presidente de la Generalitat.

El notario Juan José López Burniol, que glosó el libro, vio el texto de Pernau como necesario dado dos de los rasgos que describen la personalidad de Montilla: "la contención y la reserva".

"Es un gran desconocido", aseguró López Burniol, quien aseguró que Montilla ejemplifica el ascensor social que se ha producido en Cataluña con la llegada de inmigrantes del resto de España durante el franquismo.

Para Ferran Mascarell, ex concejal y ex conseller de Cultura y actual responsable de la división audiovisual de RBA, la figura de Montilla pone de manifiesto como Cataluña ha logrado ser global a partir del primer paso que dio con el ascenso de los "charnegos" en el poder político, social y cultural.