El Tribunal Supremo (TS) admitió ayer a trámite la tercera querella contra el juez Baltasar Garzón, esta vez la de un abogado de un imputado en el "caso Gürtel" por prevaricación al ordenar la grabación en prisión de los cabecillas de la trama.

Así lo acordó la sala de lo penal del TS en un auto en el que indica que no hay razones suficientes "para excluir con toda certeza" la hipótesis de la existencia de los delitos de prevaricación y de otro cometido por una autoridad contra la garantía constitucional de la intimidad en la querella.

El TS concluye que las "hipótesis incriminatorias" planteadas por el abogado que presentó esta querella, Ignacio Peláez, "no parecen hasta tal punto absurdas y carentes de sentido que hayan de ser sin más desestimadas".

Así, rechaza los argumentos de la Fiscalía, que se opuso a la admisión de esta querella al considerar que los hechos no son constitutivos de delito y que el querellante no está legitimado para ejercer la acusación particular en este asunto.