El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, aseguró ayer que es "impensable" en Europa que un partido de centro-derecha llame a la "rebelión" frente a una decisión democrática de un Parlamento, como es la subida del IVA prevista para el mes de julio.

Así lo manifestó Zapatero en la clausura del Congreso del PSOE-A que eligió al presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, como nuevo secretario general de los socialistas andaluces en sustitución de Manuel Chaves.

Zapatero aprovechó su intervención para criticar la "rebelión" impulsada por la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, que ha hecho una llamada a la insumisión ante la subida del IVA, y para afirmar que seguramente el líder del PP, Mariano Rajoy, será el primero en firmar esa iniciativa.

El jefe del Gobierno se ha preguntado si es así como el PP arrima el hombro y ha pedido al primer partido de la oposición que, en lugar de a la rebelión, llame al trabajo, a la austeridad de los gobiernos autonómicos que dirige, al diálogo y al entendimiento entre los agentes sociales, porque "la unidad nos hará más fuertes para ganar la recuperación económica".

"¿Os imagináis a un político de centro-derecha de Europa llamando a la rebelión?. Todavía dice Esperanza que Rajoy vaya a firmar el primero. Conociéndole, irá", enfatizó Zapatero.

Zapatero se refirió a la crisis económica y advirtió a los "pesimistas" de que "si acertamos", se producirá una etapa de crecimiento sostenible y de creación de empleo.

Asimismo, volvió a apostar por la educación, la innovación y la economía sostenible para salir de la crisis y defendió el mantenimiento del gasto social, frente a la insistencia del PP en que éste se recorte.

"Los que insisten en que recortemos gastos sociales son los que nunca los necesitan ni se han acercado nunca a nadie que lo pueda necesitar. Tienen una visión corta del país y poca confianza en él".

En este sentido, hizo un repaso de las medidas sociales puestas en marcha por su Gobierno, como la ley de dependencia o la ayuda de 2.500 euros a la natalidad, y resaltó que aquellos que consideran estos gastos improductivos y piden que se recorten son los que también demandan sacrificios y que se adopten medidas impopulares para salir de la crisis.

"Que empiecen por ellos mismo. Que hagan algún sacrificio, que no lo han hecho en la vida", agregó Zapatero.

Opinó que si "acertamos" y se fijan bien los objetivos, se conseguirá un crecimiento económico estable y la creación de empleo digno y de calidad.

También se refirió a las políticas de igualdad y defendió a la ministra del área, Bibiana Aído, de la que se siente muy orgulloso por "cómo ha sabido aguantar los insultos de los más reaccionarios es este país" durante los debates de la Ley del Aborto.

Zapatero aprovechó para valorar la aprobación el viernes por el Consejo de Ministros de la Ley de Ciencia, la segunda en la historia del país y, como la de 1986, aprobada por un Gobierno socialista, porque sólo el PSOE, subrayó, apuesta de forma decidida por la investigación.