Los negociadores de CiU y el tripartito catalán - PSC, ERC e ICV-EUiA- alcanzaron ayer un principio de acuerdo sobre la propuesta de reforma de la ley orgánica del Tribunal Constitucional (TC), que presentarán conjuntamente en el Senado y que, si fuese aprobada, frenaría una eventual sentencia sobre el Estatut.

Tras poco más de una hora de reunión en el Parlament, los ocho negociadores catalanes consensuaron la proposición de ley, de cuatro puntos, que para prosperar deberá contar con el apoyo de al menos los senadores del PSOE y que exigirá que esta reforma se aplique de forma inmediata, explicaron varias fuentes conocedoras del encuentro.

La propuesta plantea relevar automáticamente a los magistrados con mandato ya caducado que hayan permanecido seis meses adicionales en el cargo, exigir el quórum de al menos ocho miembros del TC para aprobar una sentencia sobre un estatuto, fijar un plazo máximo para poder emitir sentencia -superado este plazo, el recurso decaería- e imposibilitar un fallo "interpretativo" que lamine indirectamente aspectos del texto sin llegar a declararlo inconstitucional.

Finalmente, CiU accedió a dar prioridad a presentar la iniciativa en el Senado y no en el Congreso, como pedía inicialmente para poner en aprietos al PSC, cuyos diputados en la Cámara Baja no disponen de grupo propio y no querían verse obligados a votar quizá diferente de sus compañeros del PSOE.

En la propuesta pactada ayer tampoco figurará la petición de CiU e ICV-EUiA de que el TC no pueda pronunciarse nunca sobre leyes como el Estatut, avaladas en referéndum, pero sí se prevé impedir que el alto tribunal pueda emitir sentencias "interpretativas", que vacíen de contenido el texto sin declararlo directamente inconstitucional.