El ministro de Fomento, José Blanco, exhortó ayer al PP y a CiU a que se pronuncien ya sobre la reforma laboral, dado que "no habrá prórroga" y el Gobierno la aprobará por decreto el próximo día 16, puesto que "el tiempo es el tiempo", dijo.

Blanco, durante la clausura de la conferencia política del PSOE de Galicia, aseguró que el Ejecutivo está "dispuesto a dialogar" sobre la reforma laboral, "pero no a perder el tiempo", y recordó que si PP y CiU "decían hasta hace dos días que había que darse prisa, que llegábamos tarde, ahora piden una prórroga que no habrá".

El titular de Fomento afirmó que si a CiU y PP "no les vale" la propuesta del Gobierno, lo lógico es que "pongan las cartas encima de la mesa y digan lo que quieran", y avisó: "Estamos dispuestos a favorecer la creación de empleo, pero no dialogaremos sobre los derechos básicos de los trabajadores".

En busca de apoyos

El Gobierno se reunirá a partir de hoy con los grupos parlamentarios para intentar conseguir su apoyo al decreto-ley de reforma laboral que aprobará el Consejo de Ministros el próximo miércoles y contra el que ya se ha anunciado una huelga general.

El texto del decreto, entregado el viernes a partidos y agentes sociales, no ha gustado a la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE).

Mientras los sindicatos UGT y CCOO esperan que en las consultas con los partidos políticos se pueda suavizar su contenido, la CEOE señala que la reforma no contribuirá a la creación de empleo porque no se generalizan los contratos de despido con 33 días y no aclara "suficientemente" las causas del despido.

Aunque el viernes el Gobierno creía contar con el apoyo de PP, CiU y PNV para poder convalidar la reforma laboral en el Congreso el día 22 de junio, la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, afirmó ayer que sólo apoyarán las reformas laborales buenas para los trabajadores.

Por su parte, el vicesecretario de Política Autonómica y Local del PP, Javier Arenas, expresó su apoyo a la reforma si incentiva la "flexibilidad" de las empresas para crear "estabilidad" en el empleo.

El secretario general y portavoz de ERC, Joan Ridao, dijo que el Gobierno se estaba escorando hacia los planteamientos de la derecha para así poder convalidar el texto que ha trasladado a los grupos, muy distinto del existente en la mesa del diálogo social, que fracasó el jueves de madrugada.

Para el coordinador general de IU, Cayo Lara, la reforma supone un "recorte de derechos de los trabajadores" y ha dicho que "hay razones más que suficientes" para que los sindicatos convoquen una "huelga general masiva".

El diputado de esta formación Gaspar Llamazares dijo que las propuestas del Ejecutivo son contrarias a los trabajadores y están a favor de la patronal, del capital y de las demandas del Fondo Monetario Internacional (FMI).

Para el diputado de ICV, Joan Herrera, la reforma no sirve para generar ocupación y es una iniciativa más a través de la cual "la derecha económica y política está desmantelando el Estado del Bienestar en Europa".

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Durán: "La reforma es un churro"

El portavoz de Convergencia i Unió (CiU) en el Congreso de los Diputados, Josep Antoni Durán i Lleida, calificó ayer de "churro" el texto presentado el pasado viernes por el Gobierno para la reforma del mercado de trabajo y ha advertido de que, tal y como está redactado, su formación no lo apoyará en la votación prevista para el próximo 22 de junio. "Sinceramente, el texto me sorprende y lo encuentro un churro. No acabo de entender lo que se pretender lanzar con el mensaje de la reforma laboral", indicó el portavoz de los nacionalistas catalanes. "El actual texto no nos convence. O lo hacemos entre todos, y el Gobierno asume la responsabilidad, o no tendrá nuestro apoyo", aseveraba. Asimismo, pidió al Ejecutivo "una semana más" para negociar el texto porque, aunque considera que la reforma es necesaria, ve "precipitado" que este asunto deba resolverse en "24 horas" con los grupos parlamentarios, cuando a la patronal y sindicatos les ha dado un margen de negociación "de meses". "El texto es largo y farragoso y tiene que ser simple, contundente y llamativo para los mercados", criticó. El líder de CiU explicaba que el documento no define las causas objetivas de despido, no aclara las reducciones en la cuota de la Seguridad Social para los empresarios y no entra a combatir el absentismo y tampoco gusta a CiU que se penalice el trabajo temporal.