El ministro de Fomento, José Blanco, aseguró hoy que los controladores militares están "preparados" para cubrir a los civiles con todas las garantías de seguridad. De hecho, destacó que algunos de estos profesionales han desempeñado funciones en lugares como Afganistán, de muy difícil gestión del tráfico aéreo.

Blanco insistió en que aquellos que no estén preparados podrían estar listos después de pasar un proceso de habilitación, proceso que, según dijo, también pasaría cualquier controlador civil que cambiara de un aeropuerto pequeño o mediano a otro de mayor tamaño para adaptarse a la estructura y tecnología de su nuevo destino.

En este sentido, puso como ejemplo un controlador civil que quisiera pasarse de Alicante a Madrid en un concurso de traslados. En ese caso, dijo, también sería necesario un proceso de habilitación.

Blanco, en declaraciones a Onda Cero recogidas por Europa Press, afirmó que se va a iniciar el proceso de habilitación de controladores militares para que puedan desempeñar su función en torres de control y en centros de control.

En el caso de las torres, el ministro explicó que la formación y habilitación es "muy rápida", mientras que para los centros de control se precisa algo más de tiempo. A partir de ahí, añadió, si el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, lo decide, se recurrirá a los controladores militares para cubrir las bajas de los civiles.

Blanco señaló que no sería "descabellado" crear una reserva especial de controladores aéreos. "Es una idea en la que también estamos trabajando para hacer frente a los desafíos que tenemos como país", apuntó.

Respecto a la negación de una huelga encubierta por parte de los controladores, el ministro realcó que aunque el colectivo desvincule las causas de las bajas de la negociación del convenio colectivo, "sí tienen mucho que ver".

"Para ser controlador hace falta el título de bachillerato, un dominio absoluto del idioma inglés y haber superado una prueba psicofísica incompatible con la ansiedad y el estrés, recordó Blanco, quien advirtió que, ante la presentación reiterada de estas enfermedades, el trabajador podría estar inhabilitado para el cargo. "Si hay alguna condición para un controlador aéreo, es su fortaleza psicofísica", aseveró.

VOLUNTAD DE ACUERDO.

Sobre la negociación, Blanco explicó que a los controladores "les cuesta asimilar" que hay un nuevo marco jurídico derivado de una Ley. "Establecen como principio negociador un convenio que ha expirado y no aceptan el número máximo de horas extraordinarias marcado en el Estatuto de los Trabajadores. Tenían unas condiciones de trabajo inasumibles para nuestro país e inadmisibles en comparación con las de otros países europeos", explicó.

No obstante, asegura que desde Fomento "hay voluntad de acuerdo" y que se están equivocando con estas estrategias de presión, porque están generando "distorsión, preocupación y cabreo entre los ciudadanos".

Según explicó, hay que dialogar intensamente en la mesa de negociación y no utilizar triquiñuelas fraudulentas para generar "desasosiego" e intentar alterar el contenido de lo que está previsto en la Ley.

"Busco que el interés general y del sector del turismo no se vea atrapado por unas personas que han decidido repentinamente que el estrés les condiciona para hacer su trabajo. No busco el aplauso de nadie. Hubiese estado muy tranquilo con una situación de normalidad en todos los aeropuertos", concluyó el ministro.