A LO MEJOR es cierto eso de que Zapatero ha decidido no ser candidato a las elecciones generales de 2012, dada la paliza horrorosa que le están costando la crisis económica, sus propios errores y las canalladas de las que le hacen víctima tantos que no valen ni para descalzarlo. La vida es así de cruel. Aunque me resisto a creer que el presidente lo da por hecho, cuando hay razones para suponer que es posible la recuperación política y económica en lo que todavía queda de legislatura. Hay signos no sólo de que la cosa no va a más, sino de que la economía va moderando su crisis y de que muchos indicadores van mejorando. Por ello me resisto a creer que Zapatero haya tirado la toalla. Y menos desde el debate del estado de la nación de la semana pasada, sobre todo tras aparecer los datos del sondeo del CIS, que, como yo me suponía, le daban vencedor frente a Rajoy por seis puntos de diferencia, con permiso de encuestas privadas que habían dado ganador al líder del PP, si bien por una casi imperceptible diferencia.

Cuesta trabajo creer que van a votar tantos ciudadanos al PP, como vaticinan esas encuestas privadas, al tiempo que el más completo de los sondeos demoscópicos registra que da a su líder por derrotado en el debate más importante del año. Y eso con el tema predominante de la crisis económica y la lucha contra la misma. Aunque cosas más raras hemos conocido. Que en el pleno parlamentario unos grupos pequeños voten así o asá en las resoluciones es una cosa, decantados por intereses políticos cercanos y concretos. Pero otra cosa es que la ciudadanía española, cuando sea llamada a las urnas, se olvide de lo que cada cual ha hecho en la guerra contra la crisis y también en el oceanográfico de corrupción masiva.

En 2004 y 2008 los dirigentes del PP estaban muy seguros de ganar las generales y ya sabemos lo que sucedió. Sin saber cómo, la historia suele repetirse, sobre todo cuando hay gente empeñada en repetirla. Los síntomas favorables que apuntan en la economía y el resultado del debate de la nación son datos que están ahí para lo que ustedes quieran.