El régimen castrista acogió en su territorio a miembros de la banda terrorista ETA, según uno de los cables enviados por los diplomáticos de Estados Unidos en La Habana a Washington, filtrados por Wikileaks. Según se desprende de estas revelaciones, Estados Unidos tuvo constancia el año pasado de la presencia de etarras, así como de miembros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en la Isla.

Para Estados Unidos, la presencia de los terroristas en la isla no supone en sí un motivo de alarma, pues considera "poco probable que lleven a cabo una operación terrorista", según el cable que firma el jefe de la Oficina de Intereses de Estados Unidos en La Habana, Jonathan Farrar.

El documento, enviado el 27 de febrero de 2009, señala que el Gobierno de Cuba permite a miembros de ETA, de las FARC y de otra organización colombiana, el Ejército de Liberación Nacional (ELN), "disfrutar de descanso y relajo, así como de recibir cuidados médicos y otros servicios".

La nota dice que "las actividades específicas de estos grupos" son desconocidas, pero sí se ha podido "corroborar que los miembros de ETA que asesoran a las FARC han pasado tiempo en Cuba y que, incluso, algunos tienen a familiares en el país".

Entre tanto, el ex ministro español de Justicia, Juan Fernando López Aguilar, desmintió ayer las filtraciones que señalan que el Gobierno español trabajó para que no prosperase la orden de detención internacional contra los soldados involucrados en el asesinato del cámara José Couso.

"El Gobierno siempre trabajó observando la legalidad", explicó López Aguilar, quien recordó que "en España es imposible interferir en la Justicia, porque el sistema constitucional lo hace imposible".

"Las filtraciones de Wikileaks sólo pueden comprometer a EEUU y a sus funcionarios, en ningún caso a terceros", indicó el ex ministro, que ayer participó en Varsovia en una reunión de los socialistas europeos, donde sostuvo que "el objetivo de estos documentos es que una serie de funcionarios demuestren a sus superiores jerárquicos su capacidad de actuación y sus influencias". "Se trata de versiones interesadas que estos funcionarios transmiten a sus superiores, por lo que no pueden ser prueba de nada", añadió.

Por ello, opinó que lo normal es inflar este tipo de documentos que el funcionario de embajada transmite a su superior, y que "otra cosa diferente es la realidad".

Mientras, el Gobierno ha salido al paso tras conocer las nuevas revelaciones de documentos, en los que la Embajada en Madrid de EEUU informó al Departamento de Estado de que el Gobierno español "no ponía reparos" a los vuelos secretos de la CIA.

Sobre ello, afirmó que "siempre tuvo muy claro que tenía que cumplirse el Convenio de Defensa que, por supuesto, no autorizaba esos vuelos". Por contra, IU anunció que su formación pedirá explicaciones en los tribunales por la "escandalosa" actuación del Ejecutivo español.

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