El presidente del Congreso, José Bono, ha negado hoy que pretenda disputar el puesto de líder del PSOE a José Luis Rodríguez Zapatero al afirmar: "Yo no estoy en la carrera. Estoy en el tajo, nada más".

Bono ha hecho estas declaraciones en una entrevista en Telemadrid, donde ha atribuido las especulaciones sobre su pretensión de competir a la sucesión de Zapatero a "titulares navideños", de manera que lo considera algo "simpático".

Según una nota de prensa facilitada por la cadena pública madrileña, él asegura que siempre va a defender al vicepresidente primero, Alfredo Pérez Rubalcaba, puesto que lo considera uno de los suyos, y recuerda que le apoyó en las primarias contra Zapatero.

Preguntado sobre si respaldaría a Rubalcaba si el titular de Interior fuera el "número uno" del PSOE a las próximas elecciones, ha contestado: "Hace 41 años que entré en el Partido Socialista y es un pacto, no escrito, sino de sangre, defender a los míos".

Y ha añadido: "A Rubalcaba lo voy a defender ahora y siempre y, además, con el placer de defender a un amigo".

Además, lo ha descrito como un hombre "listísimo", de manera que ve difícil encontrar "un tipo tan listo como él, tan hábil" y en lo personal, con una honradez "a prueba de muchas bombas".

No obstante, Bono ha apuntado que ahora "no hay ambiente de sucesión en el PSOE" puesto que el partido tiene que trabajar sobre todo para salir de la crisis; "La tienda de repuestos la tenemos cerrada y no creo que haya que abrirla", ha apostillado.

Ha negado además que él esté tras la idea del presidente de Castilla-La Mancha de convocar primarias, una sugerencia "de su propia cosecha".

Eso sí, opina que en los tiempos que corren todos los liderazgos están "de capa caída", desde Obama a Merkell, pasando por Sarkozy o Berlusconi.

Si bien admite que en España "tampoco estamos nadie para tirar cohetes", opina el presidente del Congreso que quien dentro del PSOE abra un debate sobre el liderazgo de Zapatero no sería leal.

En este sentido, afirma que si los socialistas siguieran "el juego" a aquellos que "quieren abrirnos una brecha sucesoria" y entraran en el debate, "o seríamos torpes, o seríamos desleales".