El vicepresidente primero del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, manifestó ayer que cree "garantizada" la estabilidad parlamentaria y que el Ejecutivo va a "poder agotar la legislatura sin problemas".

Pérez Rubalcaba se refirió así, en la rueda de prensa del Consejo de Ministros, a la reunión del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, con el presidente del PNV, Íñigo Urkullu, así como a la que mantuvo él mismo la semana pasada con el presidente de la Generalitat de Cataluña, Artur Mas, y el portavoz parlamentario de CiU, Josep Antoni Duran Lleida.

El vicepresidente primero y ministro del Interior aclaró que "en ningún momento se habló de pacto fiscal", en alusión a la revisión del modelo de financiación para Cataluña en base al concierto económico que reclama CiU.

Rubalcaba reconoció que el objetivo del Gobierno es conseguir los apoyos parlamentarios que necesita para aprobar los Presupuestos del próximo año e hizo hincapié en que los encuentros con CiU y el PNV son "normales".

Se refirió en concreto a la cena que mantuvo en Barcelona con Mas y Duran Lleida y señaló que quedó "hace unos meses" en mantener un encuentro tras las elecciones del 22 de mayo. "Nos hemos visto", apostilló.

Reformas pendientes

Rubalcaba insistió en que es "normal" que el Ejecutivo mantenga contactos con gobiernos autonómicos y grupos parlamentarios "para encarrilar los últimos meses de legislatura" porque "quiere agotarla, pero quiere agotarla para hacer reformas y, sobre todo, para aprobar algunas que están en este momento en el Parlamento".

Respecto al encuentro entre Zapatero y Urkullu, señaló que ambos hablaron de las reformas pendientes, como la negociación colectiva o la de las pensiones.

Preguntado por si recibió muchas felicitaciones en el Consejo de Ministros de ayer tras el respaldo del Comité Federal del PSOE como candidato del partido a la Presidencia del Gobierno, Pérez Rubalcaba respondió que no, y aseguró que lo decía "con dolor".

"No sé cómo me va a dejar esta respuesta, pero no me han dicho nada. Ahora cuando salga voy a hacer unas quince llamadas porque nada, ni una felicitación ni nada. Pero vamos, lo digo con dolor, no crea que... lo digo con sufrimiento", ironizó Rubalcaba.