El líder del PP cántabro, Ignacio Diego, ha sido investido este jueves como presidente de la Comunidad Autónoma, en la que pretende liderar un "cambio" que suponga la "superación del pasado y la apertura de un nuevo futuro" en el que Cantabria no "corra", sino que "vuele alto".

El presidente electo, que se ha autodenominado como "el candidato del cambio", ha contado en su investidura con el apoyo de los 20 diputados del Grupo Popular, mientras los 12 parlamentarios del PRC y los 7 del PSOE han votado en contra.

Diego asume la Presidencia con la intención de propiciar "el mejor futuro para Cantabria" y de hacerlo, además, contando con la oposición, a la que ha ofrecido diálogo y ha prometido tener las "puertas abiertas". Según dice, el próximo Gobierno no será "revanchista", será un "gobierno de diálogo", tanto con la oposición como con los agentes económicos y sociales.

Reconoce que gobernar es una "pesada carga", pero está seguro de que puede con ello y de que la "ilusión, la fe y la confianza" en su equipo le llevarán a afrontar los problemas "con ganas e ilusión", y espera que también sea con "acierto". "Nos sentimos capaces de sacar adelante esta tierra", ha enfatizado.

Tras dejar claro que un presidente "no es más que una persona" a la que los ciudadanos le han encomendado "cargar" con la responsabilidad de trazar caminos, el líder ''popular'' ha asegurado que en su Gobierno "habrá liderazgo", pero "sin prepotencia ni soberbia".

Además, ha añadido que no dejará "jamás" que el "desánimo cunda" ni en su equipo, ni en el Grupo Parlamentario, ni en los cántabros, a los que quiere ofrecer "seguridades, certezas y caminos claros". En este sentido, ha subrayado que en su Gobierno no habrá "bandazos", sino un "Norte claro", con el objetivo de hacer de Cantabria "una tierra de oportunidades".

Y en esa tarea, ha hecho hincapié en que los verdaderos protagonistas van a ser los ciudadanos, porque lo que va a hacer el Ejecutivo es "marcar los caminos", invitarles a transitar por ellos y ponerles "el carburante".

Diego se ha mostrado "optimista", no ya en el nuevo Gobierno, "que también", sino especialmente en las capacidades de la región para salir adelante de situaciones difíciles.

El presidente electo espera además que su discurso de investidura no haya causado "sensación de derrota ni revanchista", porque con su repaso a la situación que le deja el Gobierno saliente no pretendía "transmitir desánimo", sino "clarificar" de dónde se parte ya que, a su juicio, la coalición PRC-PSOE ha gobernado ocho años "a base de maquillaje".

PONERSE "EL MONO DE TRABAJO"

Sin embargo, el todavía presidente en funciones y portavoz regionalista en este Pleno, Miguel Ángel Revilla, ha criticado un discurso "lacrimógeno, que no ha aportado más que lamentos y dramas que sólo están en la mente" del candidato ''popular'', al que ha instado a "trabajar".

"Deje de llorar y lamentarse y póngase el mono de trabajo, porque la gente no espera", ha apostillado Revilla, que ha advertido a Diego de que cuando pase el verano, en septiembre, los ciudadanos le van a "examinar". En su opinión, el discurso que ha planteado el líder del PP en su investidura "le puede valer cien días", pero después los ciudadanos le van a pedir soluciones y explicaciones.

En lo que sí han coincidido el presidente saliente y su sucesor es en el optimismo sobre el futuro de Cantabria, ya que es la comunidad que "mejor ha soportado" la crisis y, "seguramente, la que va a salir antes". "Incluso con usted como presidente", ha sentenciado Revilla.

Y es que, según dice, el PP "hereda una región, dentro de lo que cabe, privilegiada" y que está "infinitamente mejor" que cuando la recibió él hace ocho años. Por eso, le ha pedido a Diego que, "por cariño a Cantabria", "no desprecie lo bueno que se le da".

"NI UN PASO ATRÁS"

En la misma línea, la portavoz socialista, Rosa Eva Díaz Tezanos, ha instado al presidente electo de la Comunidad Autónoma a ponerse "el traje de Gobierno" y dejar de "hacer oposición". "Le toca gobernar", ha recalcado la vicesecretaria general del PSOE, quien ha lamentado que Diego sigue "con la cabeza vuelta para atrás, mirando al pasado", sin hablar de futuro.

En sus palabras, el presidente electo "se ha dedicado a ejercer de líder de la oposición y, además, de un líder destructivo, echando abajo todos y cada uno de los proyectos" puestos en marcha por el Ejecutivo saliente. Por ello, no le queda claro si quiere asumir compromisos concretos.

Díaz Tezanos le ha reprochado además el "revanchismo" del que "hace gala" y le ha asegurado que la realidad de Cantabria "no necesita ningún maquillaje", porque es "palpable" para todos los ciudadanos.

En este sentido, ha señalado que el PP "recibe una comunidad autónoma con enormes potencialidades", que ha avanzado notablemente en los últimos ocho años, y ha avisado de que los socialistas estarán "vigilantes para que no se dé ni un paso atras".