La titular de la Junta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, ha solicitado una "reunión urgente" con la vicepresidenta Elena Salgado, ya que el déficit de la región, a 30 de junio, es superior al 4% del Producto Interior Bruto (PIB) autonómico, "muchísimo más allá de lo que se nos había dicho", cuando el objetivo para 2011 era del 1,3%.

En declaraciones a una emisora de radio, Cospedal explicó ayer que están terminando de analizar las cuentas que dejaron los socialistas en la región y que los datos que se han encontrado "no son los que nos dieron".

Por eso, ayer mismo envió una carta a la también ministra de Economía y Hacienda para saber si el Gobierno conocía o no estos datos.

"Con las deudas sin pagar hasta el 30 de junio, el déficit va muchísimo más allá de lo que se nos había dicho, y muchísimo es muchísimo", insistió la presidenta regional, quien explicó que hoy tendrá los datos concretos porque la Junta estaba -ayer- terminando de analizar las cuentas, que han dejado las finanzas de la Comunidad en una situación "bastante insostenible".

Para solucionar esta situación, "extremadamente grave", el nuevo gobierno castellano-manchego hará un "plan financiero" que presentará al Ejecutivo central.

Pero, dijo Cospedal, también "es necesario que el Gobierno de España nos diga si conocía o no la situación real de las cuentas de Castilla-La Mancha".

Cospedal indicó que no se queja de la "herencia recibida", pero, que está en "la obligación moral de decir lo que hay y con lo que nos hemos encontrado", pues "los ciudadanos deben saber cómo gasta cada uno su dinero y cómo lo administra".