Miles de "indignados" se concentraron anoche en la Puerta del Sol de Madrid, en un encuentro en el que confluyeron las siete columnas en las que se dividió la denominada "Marcha Popular Indignada", procedente de Galicia, Murcia, el País Vasco, Cataluña, Andalucía, Extremadura, Valencia y Murcia. Ayer se encontraron en la misma plaza donde comenzó hace 60 días el Movimiento 15-M.

Alrededor de las 21:15 horas cada una de las columnas empezó a entrar en la Puerta del Sol por calles como Mayor, Alcalá, Preciados o Montera. Y en cada uno de los accesos al kilómetro cero madrileño un cartel daba la "Bienvenida" a la Marcha Popular Indignada.

Junto a las numerosas pancartas que se podían ver en la Puerta del Sol, como las que rezaban "Caminábamos solos, ahora marchamos juntos", "El pueblo unido jamás será vencido" o "Hay dos cosas que brillan en esta vida: la sabiduría y el Sol", los manifestantes llevaron otras con lemas como "Existo, luego estorbo", o un ataúd en el que podía leerse "RIP nuestros derechos".

También podían verse banderas de las distintas comunidades autónomas de procedencia de los manifestantes, y alguna que otra bandera de Grecia.

En total, fueron seis rutas las que guiaron a los manifestantes desde primera hora de la tarde, acompañados de un sol que convirtió a las botellas de agua también en protagonistas. Las banderas, los cánticos e incluso conciertos amenizaron el paso de los participantes, en una jornada que transcurrió sin incidentes.

Además, a lo largo de la tarde, el punto de información de Sol, que es el único que permanece desde que se desmanteló el primer campamento, recibió la llegada de muchas personas que se interesaban por las actividades que tienen pensado llevar a cabo los "indignados" (y que pueden ser consultadas en "tomalaplaza.net").

A su llegada a Sol, la cena preparada por la carpa de alimentación estaba esperando a los "indignados", que prevén un final de jornada "relajante" antes de la manifestación que tendrá lugar hoy.

A partir de su entrada en Sol y una vez hubieran cenado, estaba previsto que los manifestantes celebraran una asamblea -que, al cierre de esta edición, no había concluido- en la que pondrían en común las experiencias vividas en las marchas, además de establecer conexiones con otras plazas.