El nuevo embajador israelí en España, Alón Bar, abogó hoy por profundizar el diálogo y la cooperación entre ambos países en todos los sectores, especialmente en el terreno social, económico y cultural, aunque también consideró que "hay espacio" para enriquecer el diálogo político.

"No sé si es difícil ser embajador en España, a veces es difícil ser israelí", reconoció Bar en un encuentro con la prensa española en Jerusalén poco antes de viajar a Madrid donde estos días asumirá sus nuevas funciones.

El nuevo embajador ya ejerció en España como números dos de la legación israelí entre 1994 y 1998, años de los que conserva un "muy grato recuerdo" y que le dejaron un especial interés por la sociedad y la cultura hispana.

"Me gusta mucho España, país por el que tengo mucha admiración y un especial interés por la sociedad, la cultura y la realidad española", dijo el representante israelí, que presentará sus cartas credenciales al rey el próximo octubre.

Bar llega a la capital española en un momento delicado en el conflicto de Israel con los palestinos, que en septiembre prevén pedir su reconocimiento como Estado en la ONU, y también en vísperas de la convocatoria de elecciones generales en España.

"El diálogo con el Gobierno actual es bueno, hay un entendimiento de las preocupaciones de Israel", indicó antes de afirmar que si se produce un cambio político tras las elecciones "se mantendrá el mismo diálogo" con el nuevo Ejecutivo.

Aún así consideró que en diversos sectores de España "no hay un pleno conocimiento de la realidad israelí", al margen del conflicto con los palestinos, y resaltó que "se puede mejorar mucho más" el conocimiento mutuo, especialmente a nivel de las respectivas sociedades.

"Hay poca presencia cultural israelí en España y tenemos mucho que ofrecer en el campo de la danza, el teatro, la literatura o las artes plásticas", indicó.

En este sentido, el embajador abogó por impulsar el intercambio y las actividades culturales y anunció que en breve ambos países preven firmar un acuerdo de coproducción cinematográfica.

También en el terreno económico, Bar apreció diversas posibilidades de colaboración como el aprovechamiento de la experiencia israelí en centros de excelencia para contribuir a la salida de la crisis o el trabajo conjunto en el campo de las energías alternativas.

El diplomático destacó que tanto Israel como España se encuentran "en un lugar especial" para establecer un diálogo con la llamada primavera árabe y mostró su esperanza de que su trabajo pueda servir para "fortalecer el diálogo en la región".

A su juicio, debe buscarse "la mejor manera de contribuir entre ambos países al diálogo regional" y también de fortalecer la relación entre España e Israel, de cuyo establecimiento a nivel diplomático se cumple este año el 25 aniversario.

"Ojalá mi trabajo sirva para defender el diálogo en la región", recalcó Bar, para quien España representará su primer destino al frente de una legación en el exterior.

El nuevo representante israelí, de 56 años y con tres hijos, nació y creció en un kibutz del norte de Israel.

Su carrera diplomática se inició en Guatemala y continuó en España tras lo que regresó a Israel para desempeñar diversos cargos en el Ministerio de Exteriores.

De 2000 a 2007 fue director de control de armas y no proliferación y después trabajó durante dos años como jefe del gabinete de la entonces ministra de Exteriores israelí, Tzipi Livni.

En esa etapa participó en las negociaciones con los palestinos, cuya reanudación defiende a capa y espada frente a la intención palestina de acudir el próximo septiembre a Naciones Unidas.

También fue subdirector general de asuntos estratégicos en 2010, puesto en el que se ocupó de cuestiones como el terrorismo o las amenazas por armas no convencionales.

En el último año ejerció como subdirector de asuntos culturales y científicos en el Ministerio de Exteriores antes de su nombramiento como embajador en España.