La Audiencia Nacional ha absuelto hoy al etarra Juan Ramón Carasatorre Aldaz del asesinato del sargento de la policía municipal de San Sebastián Alfonso Morcillo, el 15 de diciembre de 1994 en Lasarte (Gipuzkoa), hechos por los que la Fiscalía había pedido para él 30 años de prisión.

La sección tercera de la sala de lo penal de este tribunal ha decidido absolver a Carasatorre al no considerar creíble la declaración en su contra del también etarra, hoy arrepentido, Valentín Lasarte, ya condenado por este asesinato junto al exdirigente de la banda Francisco Javier García Gaztelu, "Txapote".

En la sentencia, el tribunal considera que, "a diferencia de lo que acontecía con" García Gaztelu, al que también incriminó, "de las imputaciones de Lasarte en relación con Carasatorre no existe ni un solo dato, prueba o indicio externo que corrobore tal imputación".

Así, los magistrados Alfonso Guevara, Guillermo Ruiz Polanco y Clara Bayarri dicen que Lasarte tiende a autoexculparse en sus manifestaciones -describiéndose "como un mero comparsa de ''los otros dos''"- y que es "manifiestamente falaz en algunos detalles significativos".

Entre estos cita la pistola utilizada en el asesinato, ya que en el juicio Lasarte negó haber tenido una Browning 9 mm. cuando en 1996, tras ser detenido, lo había reconocido ante el juez que le tomó declaración.

El tribunal añade que, además, existen "causas subjetivas de incredibilidad" en el testimonio de Lasarte, ya que ha reconocido haber abandonado ETA hace seis años "por desacuerdos".

Eso hace que "sus imputaciones a miembros activos en la actualidad de dicha banda terrorista hayan de ser cuidadosamente valorados, sin que, per se, merezcan credibilidad bastante para en base solo a ellas poder dictar una sentencia condenatoria", dice la sentencia.

Los magistrados dicen asimismo que tanto en el piso franco que el "comando Donosti" ocupaba en esas fechas en San Sebastián como en una caravana y un vehículo utilizados para huir de sendos atentados en Arnedo (La Rioja) y Rentería (Guipúzcoa) se hallaron efectos personales y huellas dactilares de Lasarte y de "Txapote", pero no de Carasatorre.

El sargento Morcillo fue asesinado a primeras horas del 15 de diciembre de 1994, cuando dos terroristas se acercaron hasta su domicilio y le dispararon "a bocajarro y a la cabeza" cuando salía de la vivienda, causándole la muerte inmediata.

Aunque el tribunal ha ordenado su libertad por estos hechos, Carasatorre seguirá en prisión, ya que cumple condena, entre otros hechos, por el asesinato del concejal del PP Gregorio Ordóñez, por un atentado contra la Residencia de Mandos del Ejército y por un ataque con lanzagranadas contra la sede del Gobierno Civil de Guipúzcoa, hechos cometidos todos en San Sebastián en 1995.