El presidente de la Generalitat, Artur Mas, reveló ayer sus planes para cumplir en 2012 el límite del déficit del 1,3% del PIB impuesto por la UE: rebajas salariales de los empleados públicos, incremento de tasas y el cobro de recetas médicas, para evitar nuevos recortes en servicios públicos.

Tan solo dos días después de las elecciones, Mas aprovechó la reunión de ayer del Govern para hacer un inesperado anuncio: si Cataluña quiere hacer los "deberes", no hay más remedio que asumir nuevos "sacrificios" con un "ajuste duro".

Mas dio instrucciones para que se pongan a trabajar en estas medidas impopulares, que se verán reflejadas en los presupuestos de 2012 que el Govern dará a conocer en diciembre.

Una rebaja generalizada de los sueldos de todos los trabajadores vinculados a la Generalitat -que no quiso cifrar-, la renuncia de los altos cargos a una paga extra el próximo año, aumento de las tasas del agua, transportes, matrículas universitarias y gasolina, así como la introducción de un pago por receta de medicamentos, son algunas de las medidas previstas.

Si el año 2011, el primero con Mas al timón de la Generalitat, ha venido marcado por los recortes en el gasto debido al déficit de 8.400 millones de euros, en 2012 se iniciará una nueva fase de los planes del Govern para "purgar y sanear" las cuentas.

En esta segunda etapa, admitió, sería "peligroso" seguir re-cortando gasto de manera generalizada porque podrían cruzarse "las líneas rojas" de la calidad de algunos servicios del Estado del Bienestar; en ciertos ámbitos "ya se ha tocado hueso", dijo.