La vicepresidenta y ministra de la Presidencia, Soraya Sáenz de Santamaría, ha prometido hoy al tomar posesión de su cargo esfuerzo, tesón, humildad, diálogo y moderación para lograr el objetivo principal del nuevo Gobierno, la reducción del desempleo.

En un acto presidido en la Moncloa por el jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy, Sáenz de Santamaría ha recibido la cartera de manos del anterior ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui, quien le ha advertido de que gobernar no es hoy "elegir entre lo bueno y lo malo, sino entre lo malo y lo peor", y ha elogiado a su sucesora porque "es tiempo para políticos grandes".

Arropada por cinco de los nuevos ministros y numerosos compañeros del PP, Sáenz de Santamaría ha recordado emocionada que vuelve a Presidencia y ha pedido a su equipo lealtad y la capacidad de crítica necesaria.

"Crítica cuando nos equivocamos, que habrá equivocaciones y muchas, y mejor paliarlas cuanto antes", ha añadido la mano derecha de Rajoy, consciente de que llega a La Moncloa en un momento de una "responsabilidad histórica" para el país y de que del nuevo Gobierno depende en buena medida el bienestar de mucha gente.

Ciudadanos que, según ha señalado, les recuerdan en la calle que han depositado su confianza en el nuevo Gobierno y que no pueden defraudarles.

La nueva vicepresidenta ha garantizado que dialogará con todas las fuerzas políticas porque "se puede tener algo de razón, pero todos pueden tener sus razones, y del contraste de razones siempre vienen las mejores soluciones".

Sáenz de Santamaría ha agradecido la confianza que ha depositado en ella Rajoy y ha puesto en valor los consejos que desde el principio recibió de él para trabajar en política: "sentido del deber, sentido común y cierto sentido de la responsabilidad".

En este contexto, como portavoz del Gobierno ha garantizado que dialogará con los ciudadanos "desde la sinceridad y el realismo", sin ocultar "la hondura de la crisis" y haciéndoles partícipes de las soluciones.

Le han acompañado en el acto los nuevos ministros de Exteriores, José Manuel García Margallo; Interior, Jorge Fernández; Fomento, Ana Pastor; Empleo, Fátima Báñez, e Industria, José Manuel Soria, además del presidente del Senado, Pío García Escudero, y de la presidenta de Castilla la Mancha, María Dolores de Cospedal.

Han acudido también a la Moncloa los portavoces en el Congreso, Alfonso Alonso, y en el Senado, José Manuel Barreiro, miembros de la Mesa de las dos Cámaras, y algunos de los más estrechos colaboradores de Sáenz de Santamaría en su anterior etapa, como José Luis Ayllón, probablemente el nuevo secretario de Estado de Relaciones con las Cortes.

No ha podido asistir su madre, que, como ella mismo ha explicado a los periodistas, se ha quedado cuidando de su hijo, Iván.

Sáenz de Santamaría se ha mostrado emocionada al recordar su anterior etapa en Presidencia, adonde llegó hace once años como asesora de la mano de Paco Villar, entonces jefe de Gabinete del vicepresidente Rajoy y hoy fallecido.

El acto ha sido también la despedida de Ramón Jáuregui, quien ha subrayado el honor, el compromiso y la responsabilidad que ha supuesto trabajar para el Gobierno de España y ha dado la bienvenida a la nueva vicepresidenta, advirtiéndole de que llega en "tiempos muy difíciles" en los que "hay que decir no muchas veces".

"Te deseo la mejor de las suertes y el mayor de los éxitos, porque vuestro éxito será el de toda España", ha manifestado antes de pasarle la cartera.