Los seis ministros que forman el equipo económico del Gobierno han tomado hoy posesión de sus cargos con la tarea prioritaria de crear empleo e impulsar el crecimiento mediante reformas estructurales, evitando los recortes y manteniendo un diálogo permanente con las fuerzas sociales.

A todos ellos les han deseado buena suerte sus predecesores en el cargo, a los que se ha visto aliviados tras despojarse del peso de una responsabilidad que se había vuelto muy pesada en los últimos meses, en los que la recuperación económica se ha ido alejando y el aumento del paro no ha dado tregua.

Los novatos como Fátima Báñez y José Manuel Soria han asegurado llegar al cargo con mucha ilusión y con humildad, mientras que los más veteranos como Cristóbal Montoro, Luis de Guindos, Ana Pastor o Miguel Arias Cañete han afirmado sentirse "como en casa", pero todos ellos han dicho ser muy conscientes de la difícil situación que atraviesa el país y se han comprometido a ponerse manos a la obra.

No ha sido hoy el momento de avanzar medidas, pero sí de hacer declaración de intenciones, y en ese sentido el nuevo responsable de Hacienda, Cristóbal Montoro, ha querido evitar que se le identifique como el ministro del recorte, por lo que ha asegurado que dedicará sus esfuerzos a promover las reformas que saquen al país de la crisis.

Montoro será quien gestione el dinero del Estado y el encargado de adoptar las medidas que permitan reequilibrar las cuentas públicas en 16.500 millones de euros en 2012 para lograr el objetivo de déficit comprometido del 4,4 % del PIB.

Ha recalcado que no llega al Gobierno para "hacer recortes, sino para hacer reformas", como la de la Administración del Estado, aunque al mismo tiempo ha elogiado la labor de la función pública desde "su corazón de funcionario".

El también ministro de Administraciones Públicas, que ha bromeado sobre el peso de su cartera, ha prometido trabajar para mejorar el ordenamiento de las administraciones territoriales dentro de un esquema en el que las autonomías sigan siendo "la columna vertebral" del país.

"Hagamos del Estado un trampolín para recuperar el crecimiento, crear empleo y salir de la crisis", ha añadido

Montoro se ha visto respaldado durante el acto por el nuevo ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, que había tomado posesión de su cartera poco antes con el compromiso de volver a los niveles de crecimiento, generación de empleo y prosperidad "que España nunca debería haber dejado".

Frente a una Elena Salgado más sonriente de lo que se dejaba ver en los últimos tiempos, su sucesor en el cargo ha asumido su nueva responsabilidad con gesto serio y reconociendo que ahora es a él a quien le toca "bailar con el más feo".

"Vivimos momentos difíciles, y crisis múltiples -internacional, en España, en el euro-, pero hay un elemento básico que me da tranquilidad y es que este país en momentos difíciles siempre ha tomado las decisiones correctas", ha dicho.

Por su parte, la ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, ha apelado al diálogo con la patronal y los sindicatos para encontrar las fórmulas que permitan encontrar un empleo a la mayoría de los alrededor de cinco millones de desempleados que hay en el país.

Báñez quiere que su departamento se caracterice por el diálogo permanente con los agentes sociales, los grupos parlamentarios y las comunidades autónomas.

La ministra de Fomento, Ana Pastor, ha asegurado que peleará por que las infraestructuras sigan siendo un elemento de cohesión territorial y que dará prioridad a las inversiones más rentables.

El impulso del turismo será el mayor empeño en la gestión de José Manuel Soria al frente del Ministerio de Industria, Energía y Turismo, consciente del importante papel que este sector juega en la actualidad en el sostenimiento de la economía.

Para Miguel Arias Cañete, lo será la reforma la Política Agraria Común (PAC) y de la Política Pesquera Común (PPC) en el ámbito de la Unión Europea y desde un Ministerio que mantendrá las competencias medioambientales.