El Rey advirtió de que las personas con responsabilidades públicas deben observar "un comportamiento ejemplar", consideró "natural" que la sociedad reaccione cuando se producen "conductas irregulares" y subrayó que cualquier actuación "censurable" deberá ser "juzgada y sancionada con arreglo a la ley".

"La justicia es igual para todos", recordó el jefe del Estado en su alocución de Nochebuena, en la que animó además a políticos, empresarios y sindicatos a consensuar medidas orientadas a la creación de empleo para salir de una crisis que puede modificar "hábitos y comportamientos económicos y sociales", ya que el camino de la recuperación "no será corto" y "exigirá sacrificios".

También quiso resaltar en su mensaje navideño que la unidad y firmeza de los españoles frente a los terroristas "han demostrado que los proyectos totalitarios no tienen cabida en la España democrática", antes de afirmar: "Ahora es ya tiempo de que los terroristas entreguen sus armas asesinas y desaparezcan para siempre de nuestras vidas".

En el primer mensaje a los españoles en el que se refiere al anuncio de ETA del pasado 20 de octubre sobre el cese de la actividad terrorista, don Juan Carlos ofreció a las víctimas del terrorismo "apoyo, solidaridad y afecto", al tiempo que reclamó para ellas "justicia y reparación".

En la emisión televisiva de este mensaje navideño, que duró 13 minutos, acompañó al Rey en el Salón de Audiencias del Palacio de la Zarzuela una fotografía tomada el pasado miércoles en ese mismo espacio, tras la jura de Mariano Rajoy, en la que don Juan Carlos aparece flanqueado por el nuevo presidente del Gobierno y por su predecesor, José Luis Rodríguez Zapatero.

Junto a esa imagen que simboliza tanto la unidad de las fuerzas políticas frente a los problemas de España como la contribución de la Monarquía Constitucional a la estabilidad del Estado, el monarca reafirmó el compromiso de la Corona para "seguir haciendo todos los esfuerzos necesarios en favor de una convivencia integradora".

Don Juan Carlos mostró en sus palabras el optimismo y la confianza que le inspira la experiencia del pueblo español cuando ha sabido responder unido a "retos complejos", pero también quiso hablar "con sinceridad y realismo" sobre los efectos de una crisis económica que "está llamada seguramente a modificar hábitos y comportamientos sociales".

Recuperación del empleo

Así, reclamó que todas las futuras medidas económicas tengan como objetivo final la recuperación del empleo -sin descuidar la importancia de un Estado de Bienestar "necesario para mantener la indispensable cohesión social que la justicia distributiva reclama"-, porque la elevada tasa de paro es "moralmente inasumible para un país vertebrado, moderno y solidario" como España.

"Hemos de saber reconocer con humildad cuáles han sido los comportamientos en los que, como individuos y como grupo, hayamos podido equivocarnos", ya que "solo a partir de este reconocimiento y con los mejores valores de nuestra sociedad por delante, podremos comenzar a superar esta crisis", reflexionó.

Para ello, será preciso "un enfoque de conjunto cuyas líneas maestras y medidas concretas corresponde diseñar, desarrollar y aplicar a los responsables políticos y a los agentes económicos y sociales".

"En este ámbito, a mí me corresponde, como jefe del Estado, animar a esas instancias a trabajar sumando voluntades, no restándolas; acercando posiciones, no distanciándolas; buscando avenencias, no rechazándolas", continuó el Rey.

Junto a la crisis económica, a don Juan Carlos le preocupa "enormemente" la "desconfianza que parece estar extendiéndose en algunos sectores de la opinión publica" respecto a "la credibilidad y prestigio" de algunas instituciones, por lo que ha recalcado: "Necesitamos rigor, seriedad y ejemplaridad en todos los sentidos". "Todos, sobre todo las personas con responsabilidades públicas, tenemos el deber de observar un comportamiento adecuado, un comportamiento ejemplar", insistió, antes de añadir: "Afortunadamente, vivimos en un Estado de derecho y cualquier actuación censurable deberá ser juzgada y sancionada con arreglo a la ley. La justicia es igual para todos".

En todo caso, alertó sobre la necesidad de no generalizar los comportamientos individuales, "so pena de cometer una gran injusticia con la inmensa mayoría de servidores públicos y también de empresarios o trabajadores del sector privado, que desarrollan su labor de forma ejemplar y honesta".

Este llamamiento a la ejemplaridad de las personas con responsabilidades públicas se produce unos días después de que la Casa del Rey calificara de "no ejemplar" el comportamiento del esposo de la infanta Cristina, Iñaki Urdangarín, y anunciara que el duque de Palma dejará de participar en actividades oficiales.

Don Juan Carlos no quiso poner fin a su mensaje sin dar las gracias a "tantos españoles" que en los últimos meses se han interesado por su salud, "felizmente recuperada". Destacó que, en este tiempo, ha podido apreciar aún más si cabe el "rigor y acierto" con que el príncipe de Asturias le acompaña como heredero de la Corona "en el servicio a los españoles y a España, a su democracia, a su Estado de derecho, a sus libertades, a su unidad y diversidad y a la defensa de sus intereses".

Tras reiterar sus mejores deseos para la Navidad y el nuevo año, concluyó con estas palabras "Estemos unidos; España lo merece y lo necesita".

Satisfacción en el PP.- La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, aseguró ayer que su partido no podía estar "más de acuerdo" con el monarca cuando dijo que las personas que desempeñan una labor pública deben actuar con ética y ejemplaridad y que la justicia debe ser igual para todos.

Unas palabras que se pronunciaron dos semanas después de que la Casa Real decidiera apartar de los actos oficiales a Iñaki Urdangarín, yerno del monarca, que está siendo investigado por un presunto caso de corrupción.

Cospedal valoró que el Rey resaltara también que no se pueden "generalizar" comportamientos concretos a todos los que desempeñan una tarea pública o privada, que lo hacen de una manera "ejemplar y responsable".

Valoración positiva del PSOE.- El secretario de Organización del PSOE, Marcelino Iglesias, aseguró ayer que en su discurso de Navidad, el Rey "ha sabido estar a la altura de las circunstancias" con sus referencias a temas que preocupan al conjunto de la sociedad y en su insistencia en exigir un recto comportamiento de los responsables públicos.

Iglesias se mostró convencido de que el discurso abordó temas "muy importantes" para la sociedad española, en un momento de crisis económica mundial que tiene "un reflejo muy especial y muy preocupante en el desempleo". Explicó que la valoración del PSOE es "extraordinariamente positiva" en cuanto a la insistencia del rey de defender todo lo conseguido en los últimos años en cuanto al estado del bienestar como un "elemento fundamental" para la cohesión social.

Elogios de Paulino Rivero.- El presidente del Gobierno de Canarias, Paulino Rivero, elogió ayer el mensaje de Navidad del monarca porque hizo un análisis en el que ha mirado de frente y habló sin rodeos ante la difícil situación económica, además de que fue valiente al aludir a sus circunstancias familiares.

En ningún momento el Jefe del Estado "ha mirado hacia otro lado", dijo Paulino Rivero en su blog personal, y matizó que cuando se habló de la necesidad de sacrificios las medidas se deben tomar desde la solidaridad "para garantizar la cohesión territorial y la justicia social en España".

"El Jefe del Estado no ha mirado hacia otro lado. No lo ha hecho al hablar de los problemas de los territorios que conforman España y, en un ejercicio valiente y necesario, tampoco le ha temblado el pulso cuando, al aludir a circunstancias familiares por todos conocidas, ha demandando ejemplaridad en los comportamientos", dijo Rivero. Sus palabras sobre conductas "no ejemplares" se han escuchado "altas y claras" y aludían "sin aludir" a la propia Casa Real, consideró el presidente.

UPyD, con la crisis.- La portavoz de UPyD, Rosa Díez, aseguró ayer que en su mensaje navideño, el Rey pronunció un "discurso de preocupación para una situación de preocupación" y se mostró "muy cercano y muy directo porque el país no está para bromas".

Díez opinó que don Juan Carlos mostró "bastante más preocupación por la corrupción" que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en su reciente discurso de investidura. Además, Díez subrayó que el monarca repasó "prácticamente todos los problemas" que existen en España. "He visto el discurso de una persona preocupada por la situación que vive nuestro país y enormemente preocupado por el desprestigio de las instituciones", remarcó.

CiU lo ve en el buen camino.- El presidente de la Generalitat, Artur Mas, consideró que el mensaje navideño del Rey Juan Carlos I se sitúa "en el buen camino" para revitalizar las instituciones públicas y fomentar su respeto.

Así se expresó durante la ofrenda floral realizada ante la tumba del expresidente Francesc Macià, fusilado hace 78 años, donde también consideró que las palabras del monarca sirven para "intentar ordenar las cosas". Consideró "lógico" el discurso del Rey, si bien precisó que no lo siguió en directo y se enteró del contenido del mismo por los medios de comunicación.

Críticas del PNV.- El portavoz del PNV en el Congreso, Josu Erkoreka, apuntó que en el discurso navideño del Rey echó de menos una referencia "más entusiástica" a la situación de "esperanza e ilusión" generada en Euskadi "como consecuencia del cese definitivo de la actividad armada de ETA". Erkoreka, en declaraciones a los periodistas, consideró que el mensaje del Rey tuvo "mucha corrección política", pero "no abordó, con la intensidad y la crudeza que requerían, los principales problemas" que tiene planteados España.

ERC habla de irregularidades.- El portavoz de ERC en el Congreso, Alfred Bosch, se felicitó de que el monarca admitiera en su mensaje que la ley debe ser igual para todos y advirtió de que mientras la Casa Real no se someta a esta igualdad "se facilitarán las conductas irregulares". "Nos congratulamos que el Rey admita que la ley debe ser igual para todos", aseveró.