Dos colores llamaban hoy la atención en el Congreso, el naranja del abrigo de Esperanza Aguirre y el rosa del traje de Alicia Sánchez-Camacho.

Sin embargo, los protagonistas eran otros: dentro, el azul PP, que estrenaba mandato en la legislatura, y fuera, el verde (Ana) Botella, que recibía el bastón de mando de la Alcaldía de Madrid.

Muchas señorías e, incluso, el rey y, por supuesto, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, han optado hoy por los tonos azules en la corbata, una prenda que ni siquiera hoy ha llevado el coordinador general de IU, Cayo Lara, en la sesión más solemne del año, la de la apertura de la Cortes.

También la reina ha lucido un traje de chaqueta azul, en tanto que la princesa de Asturias se ha decantado por un vestido en tonos verde botella. Los colores políticos del día.

Tradicional traje gris marengo han vestido los diputados y senadores. Ellas, por su parte, también han optado por los grises; algunas por el negro, como la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, y la exministra de Defensa, Carme Chacón, y otras, más atrevidas, por el naranja o el rosa fuerte de Aguirre y Sánchez Camacho.

Pocas sorpresas en la apertura de la décima legislatura, estrenada en un día frío en Madrid que daba la bienvenida a su nueva alcaldesa, Ana Botella, quien nada más tomar posesión del cargo se ha trasladado al Congreso para participar en el final de la sesión.

Tras el desfile, el cóctel, uno de los momentos más esperados porque es allí donde se forman los ya tradicionales "corrillos" entre los que se reparten los periodistas para "poner la oreja" por si acaso.

Y uno de los más concurridos, el del rey, que ha posado con los parlamentarios que querían dejar testimonio gráfico en sus teléfonos móviles de este momento.

Hasta la ministra de Empleo, Fátima Báñez, ha tenido que hacer de fotógrafa y atender la petición de dos parlamentarias que han flanqueado al monarca para retratarse con él.

Diputados y senadores "famosos", como el actor Tony Cantó, de UPyD; el atleta Abel Antón o la yudoca Mirian Blasco, ambos del PP, han ido a saludar a don Juan Carlos.

El monarca ha hecho gala, durante el cóctel, del sentido del humor que le caracteriza y, entre otras anécdotas, ha bromeado con el expresidente del Senado José Federico de Carvajal cuando éste, en silla de ruedas, al acercarse al rey ha tropezado con una mujer que casi se ha sentado en sus rodillas.

Después de hacer de fotógrafa, Báñez se ha dirigido hacia los príncipes con quienes ha mantenido una conversación prolija en detalles familiares y ha dado para que doña Letizia se interesara, entre otras cosas, por los hijos de la ministra, los colegios a los que asisten o por cómo iba a compaginar ahora el trabajo con sus quehaceres familiares.

Un problema que Báñez tiene ya resuelto, según le ha explicado, porque además de contar con una persona que le ayuda en casa, su marido está también muy implicado en esta tarea.

El ministro de Educación y Cultura, José Ignacio Wert, ha intercambiado unas breves palabras con la reina, que le ha deseado "todo lo mejor" al frente de su departamento.

Un Jesús Posada muy joven se ha presentado al nuevo ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, con la consabida sorpresa de éste, y es que no era el presidente del Congreso a quien tenía delante, sino su vástago, que ha querido bromear con el equívoco.

La que también ha venido acompañada de su hijo ha sido Sánchez-Camacho, un niño que ha arrancado a llorar cuando su madre ha tenido que entrar en el hemiciclo y dejarle a él en el patio acompañado de una persona de su confianza.

"Yo no quiero, yo no quiero", gritaba el chaval. Lloraba tanto que hasta se le oía por el circuito interno de televisión.

Su madre ha contado después que no le había quedado más remedio que traerle al Congreso al no haber encontrado a ninguna tía disponible que le hiciera de canguro y que se sentía fatal y con sentimiento de culpabilidad por las lágrimas del pequeño.

Las únicas lágrimas en una jornada que será inolvidable para el niño y para los que hoy estrenan el banco azul.