El grupo parlamentario popular en el Senado mantendrá los mismos asesores con los que contaba en la pasada legislatura, esto es, diez asistentes, pese a haber aumentado en más de 40 su número de representantes en la Cámara Alta, mientras que el grupo socialista perderá uno y se quedará con siete.

Así lo ha puesto de relieve el portavoz del PP en el Senado, José Miguel Barreiro, una vez que en su primera reunión de la X Legislatura la Junta de Portavoces haya acordado por unanimidad la distribución de asesores para cada formación política, así como los portavoces adjuntos de cada grupo.

Barreiro ha destacado que la renuncia del PP a contar con más empleados a su cargo obedece a una aplicación del criterio de austeridad en las Administraciones Públicas que fijó el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en su discurso de investidura.

Ha anticipado que el ahorro será "significativo" porque en atención al aumento de su representación parlamentaria le deberían corresponder 4 ó 5 asistentes más.

Al mismo tiempo, el grupo socialista, que ha bajado de 88 a 66 senadores tras las elecciones generales del 20N, sólo pierde un asistente cuando por la disminución de sus representantes la reducción teórica de asesores debería ser mayor.

"Tenemos que acostumbrarnos a hacer más con menos", ha recalcado el portavoz del grupo popular antes de hacer hincapié en que la "renuncia" del PP a tener más empleados se acompaña con el mantenimiento por parte de los otros grupos de una estructura similar a la que tenían en la anterior legislatura.

Por su parte, el secretario general del grupo socialista, José Miguel Camacho, ha puesto el acento en el reparto de las portavocías adjuntas.

Ha manifestado que el PSOE ha renunciado a reclamar tener un portavoz adjunto más, como sí han hecho CiU y la Entesa, para que estas dos formaciones minoritarias dispongan de esta ayuda.

En virtud del acuerdo alcanzado hoy, el grupo socialista tendrá dos portavoces adjuntos menos en esta legislatura, mientras que CiU y la Entesa tendrán un adjunto más cada uno.

Camacho ha explicado también que es posible que la Cámara Alta convoque un pleno extraordinario en enero para aprobar la modificación del Reglamento, a fin de adecuar la estructura de las comisiones parlamentarias a la estructura del nuevo Gobierno.

De esta forma, en enero podrían constituirse ya las comisiones del Senado, con la idea de que en febrero la Cámara comience su actividad a pleno rendimiento.