Dos altos cargos del Consell durante el Gobierno de Francisco Camps han declarado hoy que nadie les presentó al responsable de la empresa Orange Market en Valencia, Álvaro Pérez "el Bigotes", y que el expresident de la Generalitat no les habló de él, ni intercedió para favorecer ningún contrato.

Los testigos Matías Pérez Such y Alida Más han abierto la decimotercera jornada de declaraciones en el denominado "juicio de los trajes" que se celebra en el Palacio de Justicia de Valencia.

El exsecretario autonómico de Turismo y más tarde de Industria entre 2006 y 2009, Matías Pérez Such, ha asegurado que no indicó a ningún miembro de las mesas de contratación ningún criterio u opinión sobre la bondad o no de alguna empresa concurrente ni tampoco le comunicaron a él nada parecido.

Estas cuestiones han sido declaradas impertinentes, al igual que ayer, por el juez Climent, por considerar innecesario defender a los imputados "de algo que no se le imputa", en relación a posibles influencias en contratos de la Administración.

Asimismo, ha explicado que vio a Álvaro Pérez "en algunas ferias", que jamás se reunió con él, que no se lo presentaron pero sí sabía quién era porque "era una persona que resultaba visible".

La que fuera subsecretaria de la Conselleria de Turismo en 2006, Alida Mas, ha reconocido tener una amistad personal con Camps y ha considerado "imposible" que el expresident pudiese darle indicación alguna para favorecer alguna contratación.

"Se trató a todo el mundo con el mismo proceso administrativo", ha dicho.

Además, ha asegurado que jamás nadie le presentó a Álvaro Pérez, que nunca lo vio en la Conselleria y que nunca Camps le habló de él, a pesar de "haber cenado" con el exjefe del Consell en varias ocasiones.

A preguntas de la acusación popular ha asegurado que en 2005 concurrieron dos empresas al denominado "contrato de Fitur" (que incluía la organización de la presencia valenciana en cuatro ferias) y que la oferta de Orange Market fue la "mejor valorada", pese a no incluir la mejor propuesta económica.

"Yo no formaba parte de la decisión, pero no era un concurso para comprar folios; lo más importante era la creatividad, el diseño y la ejecución. Debió estar mejor valorada en los elementos intangibles, los más subjetivos", ha añadido.

Preguntada sobre si desea que este proceso concluya de forma favorable a Camps, ha respondido que lo único que anhela es que se haga "rápida y pronta justicia".