El expresidente balear Jaume Matas se desvinculó ayer de la contratación supuestamente irregular del periodista que le escribía los discursos, Antonio Alemany, aunque reconoció que él tomó la "decisión política" de contar con éste para redactar sus alocuciones más importantes.

En su declaración durante la segunda jornada del primer juicio del caso Palma Arena, Matas atribuyó los testimonios que le señalan como promotor de la contratación irregular del periodista Antonio Alemany a los acuerdos con la Fiscalía Anticorrupción de otros dos de los imputados: Joan Martorell y Miguel Romero.

Matas acusó a Romero de mentir al acusarle de urdir los pagos al autor de sus discursos y ha asegurado que no se cree las irregularidades admitidas por Martorell.

Durante toda su declaración, el expresident balear argumentó que sus funciones de presidente le mantenían alejado de los procesos administrativos concretos y alegó repetidamente que desconocía o no recordaba detalles sobre los hechos que se juzgan.

En esta línea, negó todo conocimiento del concurso público a través del cual se pagó al redactor de sus discursos, Antonio Alemany, y aseguró que la puesta en marcha de ese procedimiento "solo puede proceder de la dirección general de Comunicación".

"El presidente no se dedica a esos temas", afirmó Matas sobre el procedimiento de contratación de Alemany, que se hizo, según sospecha la Fiscalía, mediante una empresa "pantalla", la agencia de comunicación Nimbus, cuyo propietario está también sentado en el banquillo.

Insistió en que él estaba "en otras cosas" y añadió: "Por amor de Dios; tenía 70 direcciones generales, si el señor Martorell no tenía tiempo, imagínese yo", en referencia a su jefe de prensa y director general de Comunicación durante la legislatura que presidió.

Antes de la declaración de Matas, Alemany negó haber cobrado del Govern balear trabajos que no presentó y dijo además que no conocía el contenido del concurso que la Fiscalía sospecha que encubría su contratación.

El fiscal le preguntó si conocía el régimen de incompatibilidades por el que si era contratado como asesor no podía facturar a la Administración ni cobrar subvenciones, a lo que respondió: "Me trae sin cuidado, no forma parte de mi trabajo".

Sobre el cobro de 12.000 euros de un contrato directo por elaborar unos reportajes para el Govern y que Martorell declaró que nunca se recibieron, defendió que sí se hicieron.