El presidente del PNV, Íñigo Urkullu, ofreció ayer al jefe del Gobierno, Mariano Rajoy, consenso en las reformas que tiene que afrontar el Ejecutivo para salir de la crisis y gestionar la normalización y la convivencia en el País Vasco tras el cese de la violencia de ETA.

En la rueda de prensa posterior a la reunión mantenida con Rajoy en la Moncloa, Urkullu añadió que esta actitud no supone que el PNV vaya a ser "socio" del PP, ni del Gobierno, pero que son "momentos de sacrificio para todos" debido a la situación económica, que deben hacer también los partidos, también el suyo.

Destacó que Rajoy estuvo "receptivo" con esa actitud del PNV, así como con la petición de cambios en la política penitenciaria, para acercar los presos de ETA y la reducción de grados penitenciarios, aunque declinó informar sobre las palabras del presidente.

Urkullu trasladó "el mismo apoyo" que dio al PSOE para sus medidas económicas, así como para la normalización de la convivencia y poder "consolidar la paz".