El líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha anunciado hoy al jefe del Gobierno, Mariano Rajoy, que su partido presentará una enmienda a la totalidad a la reforma laboral, sobre la que mantienen posturas "enormemente distantes", aunque ha ofrecido su colaboración en la salida de la crisis.

Tras reunirse durante casi cuatro horas en el Palacio de la Moncloa en el primer encuentro oficial de ambos desde que Rubalcaba llegó a la Secretaría General del PSOE, el líder socialista ha explicado que han dedicado mucho tiempo a hablar de economía y de Europa, sobre todo del problema con Grecia.

Y han coincidido en que la política exterior, la de defensa y la antiterrorista son cuestiones de Estado que tienen que ser acordadas entre el Ejecutivo y el PSOE.

Abundando en el tema económico, Rubalcaba ha mostrado su voluntad de ejercer una oposición útil y colaborar con el Gobierno en la salida de la crisis económica.

Para ello, ha subrayado la necesidad de trabajar conjuntamente en las reformas estructurales, partiendo de dos principios: competitividad y equidad, que van a marcar las reglas de juego del PSOE en este ámbito.

De acuerdo con su criterio, el hecho de que el presidente del Gobierno y el líder de la oposición se sienten y traten de alcanzar acuerdos "es una buena noticia para el conjunto de los españoles".

No obstante, Rubalcaba no cree que haya mucho margen para el acuerdo a priori sobre la reforma laboral, después de constatar que tienen una discrepancia en esta materia "profunda y frontal".

Así las cosas, ha avanzado que cuando el decreto ley de la reforma laboral sea tramitado como proyecto de ley, el PSOE presentará una enmienda a la totalidad.

Convencido de que se trata de "una mala reforma", que da un "poder omnímodo" a los empresarios y que rompe el equilibrio básico de la legislación laboral de la democracia, Rubalcaba ha indicado que el desacuerdo es "tan profundo" que era imposible salvarlo en esta reunión.

"No hay acuerdo y no lo hay",ha sentenciado ante la insistencia de las preguntas de los informadores sobre este asunto, antes de anotar que "no se pueden poner paños calientes en un desacuerdo que es tan profundo".

Aunque no ha querido extenderse en sus críticas a la reforma laboral, habida cuenta de que esta misma mañana ya lo ha hecho durante la sesión de control al Gobierno, el líder socialista sí ha insistido en que crea incertidumbre, inseguridad y miedo a los trabajadores, y de esa forma ni se potencia el consumo ni se relanza la economía.

El encuentro les ha servido para constatar también el desacuerdo entre ambos en materia de derechos sociales, entre ellos la interrupción voluntaria del embarazo, y Rubalcaba ha prometido que el PSOE defenderá "con uñas y dientes" sus posiciones en este campo.

Otro punto de discrepancia es la ley de estabilidad presupuestaria, un asunto en el que Rubalcaba ha pedido a Rajoy volver a los términos acordados el pasado verano entre el PSOE y el PP en la reforma de la Constitución.

Incluso, el dirigente socialista es partidario de que se establezca finalmente un tope del 0,5 por ciento de déficit estructural máximo de las administraciones, en vez del 0,4 por ciento pactado en verano o el 0 por ciento que quiere aplicar el PP.

Uno de los puntos en los que han coincidido plenamente, según lo expresado por Rubalcaba, ha sido en crear un grupo de trabajo entre el Gobierno y el PSOE para alcanzar acuerdos en política de I?, al convenir en que es una política fundamental de futuro que hay que preservar.

También hay acuerdo en la reforma del sistema financiero, con la que los socialistas están dispuestos a seguir cooperando para que haya liquidez y fluya el crédito.

Fuera de las fronteras nacionales, Rubalcaba se ha mostrado partidario de que Europa revise los planes de estabilidad, en especial el español, para modificar la senda y la velocidad de cumplimiento de objetivos de déficit.

Los malos datos macroeconómicos conocidos hoy, que sitúan a la UE a las puertas de la recesión, le han permitido a Rubalcaba reforzar su argumento de que sólo con ajustes no se saldrá de la crisis, y que son necesarias políticas de estímulo y revisar el calendario.

Respecto a Grecia, han compartido la urgencia de que la UE dé una solución a sus problemas para que el país heleno se mantenga en el euro.