El Govern que preside Artur Mas podrá salvar, por segunda vez consecutiva, sus presupuestos gracias a un acuerdo político con el PP de Cataluña, aunque insiste en que esto no significa un pacto estable de legislatura con los populares ni una renuncia a entenderse con PSC o ERC en otros temas.

Una reunión nocturna, que se prolongó hasta altas horas de la madrugada de ayer en un hotel de Barcelona, sirvió para poner el colofón a la negociación entre CiU y PPC sobre los presupuestos de la Generalitat para 2012.

El acuerdo, hecho público ayer, queda reflejado en 11 páginas firmado por ambas partes, en el que se incluye una serie de compromisos del Govern, como una ley de emprendedores, una ley de transparencia de empresas públicas u otra que limite el gasto no financiero.

En uno de los temas que más polémica había suscitado, el PPC logró reducir un 25% el impacto del canon por captación de agua, permitiendo que los ayuntamientos no se vean afectados hasta seis meses después de entrar la ley en vigor.

El canon del agua subirá un 3% en los consumos básicos, tal y como pretendía el Govern, y un 12% en los consumos abusivos, frente al 10% que planteaban los nacionalistas.

Nada más conocerse el acuerdo, la oposición estableció comparaciones con la "foto del Majestic", en alusión al pacto entre José María Aznar y Jordi Pujol de 1996, y coincidió en destacar la "subordinación" de CiU al PPC y la "regresión social y política" que implican estos presupuestos.

Desde el PSC, Joaquim Nadal señaló que "hoy más que nunca CiU está a disposición" de un PPC al que le ha otorgado el título de "socio preferente", y que le impuso una "derechización" de las políticas y guardar temas en el cajón como un nuevo pacto fiscal para Cataluña o su propuesta de "transición nacional".