Mariano Rajoy selló ayer el continuismo en el Partido Popular, con una dirección con pocas novedades que afianza a María Dolores de Cospedal como "número dos" y que contó con el apoyo masivo de los compromisarios del XVII congreso de la organización.

El 97,56 por ciento de los votos válidos emitidos esta tarde en el cónclave de Sevilla refrendó el Comité Ejecutivo, en cuyo núcleo duro estarán, junto a Rajoy y Cospedal, tres hombres: Javier Arenas, Esteban González Pons y Carlos Floriano.

Arenas seguirá siendo el vicesecretario de Política Autonómica y Local, mientras que González Pons será el vicesecretario de Estudios y Programas, y Floriano escala al máximo círculo de confianza como vicesecretario de Organización y Electoral.

Quedan fuera de este equipo todos los ministros del Ejecutivo, y ni Soraya Sáenz de Santamaría ni Ana Mato repiten en el círculo más cercano al presidente, aunque ambas se mantienen como vocales del Comité Ejecutivo Nacional.

A ellas se suman Miguel Arias Cañete, Fátima Báñez, Jorge Fernández, José Manuel García Margallo, Cristóbal Montoro, Ana Pastor y Alberto Ruiz-Gallardón.

Entre los nombres del Comité Ejecutivo están también Ana Botella, Rita Barberá, Teófila Martínez, Jorge Moragas, Juan Ignacio Zoido y dos novedades: Manuel Cobo, número dos de Gallardón durante cerca de nueve años en el Ayuntamiento de Madrid; e Ignacio González, hombre de la máxima confianza de la presidenta madrileña, Esperanza Aguirre.

"No sobra nadie"

Al anunciar la lista de la nueva dirección, Rajoy reconoció que le resultó muy difícil hacerla, que intentó acertar y que aunque alguien pueda pensar que cometió errores, no pretendió hacer daño a nadie. "No sobra nadie ni se jubila a nadie", garantizó.

En su discurso, Rajoy admitió que el partido se puede resentir en el día a día con tantas responsabilidades de gobierno en todas las administraciones y por ello subrayó la necesidad de atender la organización, de cuidar la "casa".

Ante los más de 3.000 asistentes al cónclave, aseguró que el PP no admitirá "negligencias ni despilfarros" en el manejo de los recursos públicos y exigió a todos el mayor esfuerzo y rigor para evitar conductas inapropiadas. Instó así al partido a ser "un modelo de conducta política y moral", y también a parecerlo, y, aunque admitió que se pueden cometer "deslices" o "caídas", advirtió de que el partido las perseguirá con rigor.

En esta segunda y penúltima jornada del congreso del PP, Rajoy quiso dar de nuevo un espaldarazo a la candidatura de Arenas en su camino a la Junta de Andalucía y, exultante, confesó "sin ningún pudor" que ya están sintiendo "la alegría por el triunfo" su compañero el próximo 25 de marzo.

Para Asturias, sin mentar al todavía presidente del Principado, Francisco Álvarez-Cascos, deseó un gobierno "moderado, con mesura y tranquilo" liderado por Mercedes Fernández, la nueva candidata popular.

Hubo ayer también tiempo en el Congreso para un segundo y emotivo homenaje al desaparecido presidente fundador del partido, con un vídeo en el que el propio Manuel Fraga recordaba anécdotas de su vida personal y de su larguísima carrera política.