El etarra Andoni Otegi, que tras el anuncio del cese definitivo de la violencia de ETA en octubre de 2011 aseguró que eran "tiempos de soluciones", no reconoció ayer al tribunal que lo juzga por el atentado contra la casa cuartel de Santa Pola (Alicante) y se negó a declarar.

"Este tribunal no tiene legitimidad para juzgar la lucha del País Vasco y no voy a formar parte de él", manifestó Otegi ante la sección segunda de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, que desde ayer lo juzga junto a su compañero del "comando Argala", Oscar Zelarain, para quienes el fiscal pide 1.180 años de cárcel para cada uno por el atentado en el que murieron una niña y un jubilado.

Otegi y Zelarain -que también se negó a declarar- fueron los primeros terroristas juzgados tras el anuncio de ETA del cese definitivo de la violencia y en ese juicio, celebrado el 27 de octubre de 2011, el primero manifestó que "son tiempos en los que esto (el conflicto) se tiene que solucionar", tras lo que tampoco reconoció al tribunal.

En esta ocasión, ambos terroristas se sientan en el banquillo acusados del atentado con coche bomba perpetrado el 4 de agosto de 2002 contra la casa cuartel de Santa Pola en el que, además de fallecer el jubilado Cecilio Gallego, de 57 años, y la niña Silvia Martínez, de 6, hija de un guardia civil, otras 55 personas resultaron heridas.

En la vista testificaron varios miembros de la Guardia Civil, entre ellos el instructor de las diligencias y uno de los agentes que realizaron la inspección ocular del lugar, quienes consideran que la hora elegida para atentar (20:15) era "propicia" para obtener efectos devastadores, además de indicar que no hubo "ningún tipo de aviso" de la colocación de la bomba.

"Siendo agosto y una zona de costa, era una hora propicia para causar mucho daño, tanto en el cuartel como en la parada de autobús de enfrente", recordó el instructor, antes de subrayar que era además una zona de paso de vehículos.