Los dos principales partidos en España (PP y PSOE) afrontan las elecciones autonómicas en Andalucía como un plebiscito nacional en el que se comprobará el apoyo social a los recortes de Mariano Rajoy y la reforma laboral, así como si los 30 años de gobierno del PSOE en esa región también dejan a los socialistas sin su bastión clave en la democracia.

El presidente del Gobierno se mostró ayer, en un mitin en Andújar (Jaén), convencido de que los ciudadanos están entendiendo las medidas que ha adoptado, "pensadas y no llevadas a cabo caprichosamente", y aseguró que nadie podrá decir que no se explican o que no se gobierna. En compañía del candidato conservador a la Junta, Javier Arenas, Rajoy anunció que seguirá tomando más medidas, aunque tarden tiempo en tener efecto, con el único objetivo de crear empleo y aumentar el bienestar de los ciudadanos. También recordó que la obligación de un Gobierno es "coger el toro por los cuernos y explicar el porqué de las decisiones".

Según señaló, no entrará "en lo que pasó" ni en lo que se ha encontrado al llegar al Gobierno porque, a su juicio, "no sirve para nada". Por eso, dice que mira al futuro y, para ello, lo primero que ha hecho y seguirá haciendo es "contar la verdad a los españoles", que es la misma en Bruselas, Madrid o Andújar.

Según afirma, está cumpliendo el plan que presentó en el debate de investidura y reconoció que ha tenido que tomar decisiones "duras y difíciles, de las que a nadie le gusta tomar", como las acordadas el 30 de diciembre. Afirma que le hubiera gustado aprobar entre todos la reforma laboral, pero el Gobierno no podía "abdicar" de sus responsabilidades y la aprobó porque es "buena para crear empleo". "No podemos resignarnos y contemplar sin más a los españoles que quieren trabajar y no pueden". "La reforma es justa", sentenció.

Asimismo, se refirió al denominado plan de proveedores, con el que se pretende ayudar a comunidades autónomas y ayuntamientos a que salden su deuda con los autónomos y las pymes. Para Rajoy, "no es aceptable" que una administración no pague. "El que debe, debe pagar porque, si la administración no paga, ¿qué podrá pensar el resto de la gente?".

Por su parte, el secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, acusó ayer a Rajoy de prometer un cambio y, en su lugar, dar el "cambiazo" y llegar al Ejecutivo de la misma forma que se fue el presidido por José María Aznar: "mintiendo".

En un acto de precampaña en la localidad granadina de Atarfe, el líder del PSOE recordó que el diccionario de la Real Academia define "cambiazo" de la siguiente forma: "cambiar fraudulentamente una cosa por otra". Como ejemplos, se refirió a la subida del IRPF, al despido "a precio de saldo" o el "engaño" del que han sido objeto los pensionistas. Sobre estos, indicó que, en el debate de investidura, Rajoy dijo que iba a subir sus prestaciones un 1% y, después, se las ha rebajado aumentándoles la retención. Así, sostuvo que a un pensionista que recibe 900 euros le han subido cinco y, después, le han quitado seis. "Eso da menos uno. Lo que les dieron por un lado, se lo quitaron por el otro". Para él, esta y otras actitudes están demostrado que el Gobierno está siguiendo "el camino de la mentira, los recortes y la falsedad"

"La derecha ha llegado al poder en 2012 como dejó el poder en 2004, mintiendo, mintiendo y mintiendo", resumió Rubalcaba en alusión a la actitud del Gobierno de José María Aznar tras los atentados del 11 de marzo. Rubalcaba pidió a los andaluces que el próximo 25 de marzo den un "no" a ese tipo de actitudes negando su voto a Javier Arenas,

A su juicio, y en contra de la advertencia de Rajoy de que no va a tener un efecto inmediato, Rubalcaba avisa de que la reforma laboral dejará seis millones de parados en 2012, de acuerdo a las propias previsiones de los presupuestos de Gobierno. Para Rubalcaba, esa cifra es un drama contra el que van a luchar los socialistas con todas sus fuerzas porque están convencidos de que la reforma es ineficaz, elimina derechos y es consecuencia de la aplicación de una ideología conservadora.

El líder del PSOE también expresó su temor sobre lo que incluya el proyecto de presupuestos debido a que el Gobierno lo esconderá hasta después de las elecciones andaluces.

Por su parte, el candidato del PSOE, José Antonio Griñán, anunció que, si es reelegido, creará un Instituto de Crédito Público Andaluz para dar liquidez a emprendedores y pequeñas empresas. "Hay jóvenes con ideas brillantes que irán a un banco que no tendrá que mirar el dinero que tienen, un banco que tendrá que mirar la idea brillante con la que llegan", dijo.

La visión de IU

El portavoz parlamentario de Izquierda Unida en el Congreso de los Diputados y secretario general del Partido Comunista de España (PCE), José Luis Centella, también se refirió ayer a estos comicios y aseguró en la localidad cordobesa de Montalbán que confía en que Andalucía se convierta en "el muro en el que se estrellen los recortes del Gobierno de Rajoy, al que hay que combatir en las urnas". Centella pide que estas elecciones se conviertan en un "plebiscito" que juzgue dichas medidas y censuró la campaña "de baja intensidad" que, a su juicio, está llevando el candidato del PP, quien persigue, en su opinión, "pasar desapercibido y evitar que los andaluces recuerden que el PP está gobernando en España".