El exsecretario de Estado de Transportes Isaías Táboas y el exdirector del gabinete del exministro José Blanco, Javier Hurtado, aseguraron ayer en el Tribunal Supremo, que investiga al extitular de Fomento en la "operación Campeón", que solo realizaron gestiones informativas a petición de éste.

Tanto Táboas como Hurtado, que declararon como testigos durante una hora ante el magistrado José Ramón Soriano, que investiga a Blanco por cohecho y tráfico de influencias, han afirmado que el exministro nunca les pidió que hicieran gestiones para agilizar o conseguir licencias para alguna empresa.

Así se desprende del contenido de sus declaraciones, en las que ambos negaron haber intermediado por indicación de Blanco para que el Ayuntamiento de Sant Boi de Llobregat (Barcelona) concediera una licencia para construir una nave al vicepresidente de la empresa Azkar, José Antonio Orozco.

Los dos coincidieron en que su intervención consistió en interesarse por la situación de una nave que ya estaba proyectada con anterioridad a que ocuparan sus respectivos cargos en Fomento.

Así, Táboas, que antes de llegar a la Secretaría de Estado de Transportes en noviembre de 2010 fue secretario general de Presidencia de la Generalitat con José Montilla, aseguró que Blanco le dijo que había un problema con la empresa Azkar y unos terrenos del aeropuerto de Barcelona y que se interesase por el asunto.

400 puestos de trabajo

Como Azkar era una empresa importante de transportes y estaba relacionada con AENA, Táboas llamó a principios de 2011 a Orozco, que le explicó que el problema estaba en la división interna de las naves y le habló de una inversión que podía crear 400 puestos de trabajo, por lo que pensó que no era de su competencia y le dijo que debía hablar con el alcalde.

Lo que sí admitió el exsecretario de Estado es que ofreció a Orozco "hacerle el contacto" con el alcalde de Sant Boi -Jaume Bosch , del PSC-, al que no conocía personalmente.

Táboas añadió que se puso en contacto con Bosch para consultarle si podía recibir a la empresa de Orozco, pero que no le hizo "ninguna mención" sobre una licencia administrativa porque sabe que "los trámites son los que son y nadie se los puede saltar".

El exsecretario de Estado indicó que no volvió a saber del asunto hasta que unos meses después coincidió con el regidor en una inauguración y éste le comentó que "esa licencia ya había sido concedida" o que "este problema ya ha sido encarrilado".