El centro de Barcelona ha amanecido hoy a medio gas con incidentes puntuales y retrasos en los transportes provocados por la acción de los piquetes, mientras que algunas cafeterías y los establecimientos más madrugadores han levantado la persiana pero con la previsión de bajarla si hay altercados.

Por la estación de Plaza Cataluña, corazón del transporte público en Barcelona al confluir líneas de metro y de ferrocarriles, han pasado en las primeras horas de la mañana alrededor de un cuarto de los usuarios habituales, según han explicado a EFE trabajadores de la estación.

En el kilómetro cero barcelonés no se ha registrado hasta el momento ningún altercado, pero sí los ha habido en otros puntos del centro de la ciudad.

En la calle Gregorio Marañón un grupo de personas han cortado los cables de los semáforos, arden contenedores en varias confluencias de las arterias principales y varias líneas de metro se han visto interrumpidas porque algunos piquetes han lanzado contenedores a las vías.

Según fuentes de la Guardia Urbana, los incidentes puntuales de este tipo comienzan a multiplicarse por toda la ciudad, de manera que los agentes no cesan de recibir avisos de nuevas calles cortadas por los piquetes, e incluso se han registrado dos alertas por dos posibles artefactos explosivos, uno en la confluencia de Urgell con París y otro en las proximidades de la Sagrada Familia.

Los establecimientos del centro de la ciudad que abren antes de las diez, cafeterías y algunos locales de comida rápida sobre todo, han levantado la persiana pero con la previsión de bajarla si así se lo piden los piquetes o si se producen altercados en los alrededores.

"No, tranquilos hoy no estamos", ha confesado a EFE la encargada de una céntrica heladería que, como en anteriores huelgas, aprovechará las primeras horas de la mañana, a priori más tranquilas, para hacer caja, pero no dudará en cerrar el local "si hay jaleo".

Por el momento, los piquetes del centro de la ciudad se concentran ante las sedes de los grandes bancos, pero no se han producido incidentes más allá de algún rifirrafe verbal con quienes acuden a trabajar en las entidades.

Quienes tampoco vivirán hoy una jornada normal son los taxistas que están de servicio, que sólo piden "volver a casa con los cinco cristales del coche enteros", y por el momento tienen el mismo trabajo de lo habitual a esta hora gracias a los turistas.

Los turistas, que en general están informados de que hoy hay huelga general en toda España, se lo toman, parece, con más filosofía que los locales: "Soy francesa, estoy acostumbrada a las huelgas", ha explicado una joven de París.