Los trabajadores de las plantas de Teka, Haulotte y B3 Cable Solutions en Cantabria, las tres grandes empresas cántabras afectadas por un expediente de regulación de empleo (ERE), secundan en su totalidad la huelga general en protesta por la reforma laboral.

"Estaría bueno que nosotros no la secundáramos", ha opinado el presidente del comité de empresa de Teka, Luis Fernández, quien ha explicado que el 100 por 100 de la plantilla, a excepción de algún directivo, ha hecho huelga, algo que, según ha explicado a Europa Press, costará a cada trabajador unos 50 euros de su sueldo.

Este descuento en su nómina se une a los que ya ha sufrido la plantilla por las casi dos semanas que ha estado en huelga en protesta por el expediente de regulación de empleo anunciado por la empresa, aún sin resolver. "Son meses de mucha pérdida económica", ha reconocido el presidente del comité de Teka.

Más --casi el doble-- le costará el día de huelga a los trabajadores de Haulotte, que esta semana alcanzaron un acuerdo con la empresa sobre el ERE de la planta de Reocín (Puente San Miguel). Según el presidente del comité, Miguel García, ha señalado que secundar la huelga costará a cada trabajador unos 90 ó 100 euros que les serán descontados de su sueldo.

A B3 Cable Solutions, en Camargo, que la semana pasada también alcanzó un acuerdo sobre el ERE, sólo ha acudido este jueves, día de la huelga general, un directivo al que los piquetes han pedido que no entrara al trabajo, petición que ha aceptado y ha abandonado la planta.

El presidente del comité de empresa de B3, Jesús Sanz, ha señalado que los piquetes --integrados por el comité de empresa y unos 30 ó 40 trabajadores-- no han tenido que actuar pues el seguimiento de la huelga ha sido del 100 por 100.