Los Reyes, los Príncipes de Asturias con sus hijas y la Infanta Elena acudieron ayer a la Misa del Domingo de Resurrección en la Catedral de Palma de Mallorca, evento habitual de la Familia Real que, en este año, tuvo como grandes ausentes a la Infanta Cristina y su marido Iñaki Urdangarín, cuya última visita a la isla fue en febrero en el marco de la declaración del Duque de Palma como imputado en el caso "Palma Arena".

Tanto el Rey como el Príncipe llegaron conduciendo sus coches (un Volvo y un Ford respectivamente) hasta la catedral, en donde fueron recibidos por unas 500 personas. A la entrada del santuario les esperaban la presidenta del Consell, María Salom, el presidente de Baleares, José Ramón Bauzá, y el obispo Jesús Murgui.

Tanto en la entrada como en la salida, los monarcas fueron recibidos entre aplausos y los presentes exclamaron expresiones como "Viva la Reina y Viva el Rey" o "Viva el Príncipe". Cerca de las 13.00 horas, la misa de Pascua se dio por terminada y la familia Real volvió a posar para la prensa.