Los secretarios generales de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, y de UGT, Cándido Méndez, han hecho hoy una defensa de los servicios públicos y han enviado un mensaje de apoyo a los empleados públicos ante lo que consideran un ataque por el grave deterioro que ocasionan las políticas económicas del Gobierno.

Toxo y Méndez han hecho estás declaraciones minutos antes de iniciarse la manifestación en Madrid del Primero de Mayo, en la que participan dos exministros de Trabajo socialistas, Jesús Caldera y Valeriano Gómez.

Toxo ha mandado un mensaje de apoyo a las personas que están encerradas en los hospitales de Baleares, cuyo Gobierno ha anunciado su cierre "para transferir la atención a las clínicas concertadas".

A su juicio, esto indica "con toda claridad" cuáles son los objetivos del Gobierno, que desde el adoctrinamiento económico e ideológico "hace una transferencia ingente de rentas de la mayoría de la población al campo del negocio".

Toxo ha asegurado que se trata de la expresión de la última oleada de recortes que anticipa lo que sucederá en todas las comunidades autónomas.

Asimismo, ha señalado que se ha cumplido la peor de las previsiones sobre desempleo que hizo para este año el propio presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ya que la mitad del paro que esperaba se ha producido en el primer trimestre.

Además, ha subrayado que ha habido una destrucción de empleo que afecta a todos los sectores y que amenaza con prolongarse en buena parte de la legislatura.

Por ello, no ha descartado que se superen los 6 millones de parados y que se produzca un daño tremendo por las políticas de ajuste, que no permitirán el crecimiento.

Méndez ha criticado que el Ejecutivo se haya propuesto avanzar en su labor de deterioro, "no se sabe si de demolición", de los servicios públicos.

A este respecto, ha acusado al Gobierno de denigrar los servicios públicos en su plan nacional de reformas, lo que constituye "una manera retorcida" de atacar a sus trabajadores.

Por ello, Méndez ha advertido al pueblo trabajador de que "tenga claro" que se está en una situación de "freno y marcha atrás para el modelo social y democrático", lo que, en su opinión, supone estar ante "una encrucijada social y política".