UGT y CC.OO. se manifestaron este martes en Madrid como motivo del Día del Trabajo para expresar su rechazo a la reforma laboral y a la política de recortes en la que "se ha empecinado" el Gobierno de Mariano Rajoy, al que advirtieron que seguirán saliendo a la calle "hasta que esto acabe".

Los secretarios generales de UGT y CC.OO. Cándido Méndez e Ignacio Fernández Toxo, advirtieron al Ejecutivo de que "no van a olvidar lo que ha hecho" y de que los sindicatos van a seguir expresando en la calle el rechazo a sus medidas con "todas sus fuerzas", y todo ello aunque desde el Ejecutivo "se pretenda imponer la Ley del Silencio".

"Seguiremos manifestándonos libre, pacíficamente y de manera multitudinaria", ha asegurado el líder de UGT, que ha arremetido contra la reforma laboral por cuanto supone imponer en España los mismos derechos laborales que en China "Y eso no lo vamos a consentir", ha insistido.

Méndez ha asegurado que a los sindicatos "no los van a callar" y ha criticado al Gobierno por "despreciar" el diálogo y por querer "imponer una revolución ultraliberal en los derechos sociales y una ultraconservadora en los derechos civiles". "Y nosotros procuraremos impedirlo", ha subrayado.

Por su parte, Toxo ha destacado que un millón de personas han salido a las calles en toda España para defender sus derechos y decir no a los recortes del Gobierno. El dirigente de CC.OO., que ha apelado a la solidaridad de los pueblos y ha defendido el 0,7% a la cooperación y el desarrollo, ha recordado que son miles los trabajadores que ven amenazados sus empleos por una reforma laboral "que hay que impedir que se consolide".

"Tardaremos más o menos, pero esta reforma no va a presidir las relaciones de trabajo en España para siempre. El día 29 no fue el final, tampoco este Primero de Mayo. Saldremos a las calles aunque les moleste y hasta que el estado de las cosas no cambie", ha alertado Toxo.

La manifestación de Madrid ha reunido a miles de personas, unas 100.000 según CC.OO. y UGT, y comenzó en un ambiente festivo gracias al buen tiempo, aunque las nubes y la lluvia acabaron por hacer su aparición y provocaron que la manifestación fuera más deprisa de lo normal, sin perder su aire reivindicativo.

Así, entre los típicos colores rojos y blancos de los sindicatos mayoritarios, a los que se sumaron banderas republicanas y numerosas pancartas caseras, se pudieron escuchar numerosos gritos a favor de una nueva huelga general.